Mérida, Yucatán, a 13 de septiembre de 2011.- El Parque Zoológico del Centenario de esta ciudad reafirma su posición como centro reproductor de especies de felinos en peligro de extinción al anunciar las autoridades el reciente nacimiento de tres jaguares y dos leones, los cuales se encuentran en buen estado de salud.
Los especialistas y responsables de los cuidados de los felinos recién nacidos, Zac Nicté Solís Matos y Javier Ortiz Palma, informaron del nacimiento también el pasado siete de septiembre de dos leones machos, los cuales también se encuentran en buen estado de salud.
A dichos nacimientos se suman los tres tigres de bengala (dos machos y una hembra) nacidos el uno de julio, una de las especies más amenazadas del planeta y cuya estancia en el Parque Zoológico del Centenario ha sido exitosa.
En suma, en sólo dos meses y siete días se logró la reproducción en total de ocho felinos, lo que constituye todo un logro que destacar en el ámbito de los zoológicos del país y del mundo, dijo el subdirector de Servicios Generales, Luis Solís Pazos.
El funcionario explicó que en el Parque Centenario los felinos han encontrado condiciones naturales para su reproducción, resultado de su alimentación, hábitat recomendado por especialistas y un ambiente que impide el estrés.
Recalcó que gracias a los cuidados que proporciona el personal capacitado a los felinos recién nacidos, el principal zoológico de Yucatán sigue aportando resultados extraordinarios en materia de preservación de especies cuya supervivencia se encuentra amenazada.
El nacimiento de los trillizos jaguares el primero de agosto pasado (dos negros y uno pinto) representa la segunda camada de la hembra llamada Yuma, la cual también nació en éste zoológico hace tres años, dijo Luis Solís.
Los jaguares llegan a medir entre 222 y 250 centímetros a lo largo de su cuerpo y normalmente pesan entre 57 y 150 kilogramos, dependiendo el caso. Poseen la estructura mandibular más poderosa de los felinos.
De acuerdo con la especialista en el manejo de felinos, Dulce María Brousset, el estrés provoca en dichos animales alteraciones conductuales, retrasa la ovulación, provoca abortos espontáneos y reduce la fecundidad, por lo que la reproducción en cautiverio resulta un logro extraordinario.
