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¿Ya conoces los túneles subterráneos de Mérida?

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¿Ya conoces los túneles subterráneos de Mérida?

Cada estado de la República Mexicana cuenta con grandes secretos y creencias, siendo el de la existencia de túneles subterráneos en la capital de Yucatán uno de los más escuchados, ya que se dice que conectan a la Catedral con la iglesia de Monjas, los cuales sirvieron como vías de escape durante los tiempos de persecución religiosa.

Entre los relatos que se cuentan sobre estos túneles es que se construyeron para que las Monjas enclaustradas no tuvieran que tener ningún tipo de contacto con el mundo exterior, e incluso se decía que uno de los pasadizos se dirigía de la Iglesia de Monjas a la Catedral, que también conectaba al convento de San Francisco el Grande.

Sobre todo esto, Sergio Grosjean Abimerhi, un antropólogo, comenta que de las investigaciones que se han realizado durante los últimos 25 años, hasta este momento no se puede asegurar la interconexión de los túneles subterráneos que se encuentran en destinos predios, como ocurre el que ocupa en la actualidad la Plaza Diamante.

De hecho, en el establecimiento de esta plaza ubicada en el cruce de las calles 62 y 62, a la que también se le conoce como la Casa de los Ladrillos, se encuentra un túnel de nueve metros que se ha incluido en el recorrido que se hace en el espectáculo de teatro “Noche de Leyendas”, donde los tiempos del virreinato y la colonia vuelven a tomar vida.

Cruzando la calle, también se encuentra un predio contiguo en la entrada del estacionamiento del Palacio Municipal, una entrada al subterráneo que durante la década de los setentas funcionaba como el centro nocturno “Yanal Luum”.

La noticia con más antigüedad acerca de este lugar fue reportada por el arqueólogo Manuell Cirerol Sansores, dentro de un artículo sobre dicho subterráneo en el año 1943, que en aquel momento era propiedad del coronel Pablo Antonio González. En 1945, el predio se adquirió por la familia Espinosa, que decidió montar un estudio de fotografía que continúa en un local.

En estos dos casos, Grosjean Abirmerhi dice que todo parece señalar que ese túnel subterráneo existía desde el periodo prehispánico, pero en aquel entonces no medía más de 20 metros, aunque hace un par de décadas, el señor Espinosa, antiguo propietario hizo algunas ampliaciones, consolidando así un enorme galerón subterráneo “ciego”.

“Luego de revisarlo minuciosamente, lo único que hallamos y que realmente nos sorprendió, fue la billetera de un presunto cliente del antiguo centro nocturno que ubicamos en un pequeño nicho que parecía extenderse con dirección hacia el antiguo convento de monjas, sin embargo este no se extendió por más de unos metros”, explicó.

Sin embargo, debido a que no hay demasiadas pruebas y que no son contundentes a pesar de que hay personas que aseguran que recorrieron los túneles durante su niñez con velas, Abimerhi dice que por ahora no dejan de ser leyendas.

Fuente: Debate.com.mx

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