“Tengo la conciencia tranquila y la frente en alto” dijo el alcalde de Tizimín, José Luis Peniche Bates, ante los cuestionamientos por su desempeño y la auditoría que le practica la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso del Estado de la que confía salir bien librado.

Dijo que recientemente la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le realizó una auditoría sobre el manejo de recursos federales y no se encontró ninguna anomalía.

“Estoy tranquilo con la frente en alto, no hay nada que temer” sostuvo.

De hecho, se atrevió a decir que está dispuesto a aceptar las auditorías que sean necesarias porque así se demostrará que existe un manejo eficiente del presupuesto y las partidas que recibe ese municipio.

En relación a la solicitud de juicio político promovida por el Partido Acción Nacional (PAN) señaló que obedecen a una estrategia para distraer la atención ante el escándalo en el que se ha visto involucrado el Ayuntamiento de Mérida.

“Es un golpe político compensatorio por lo mal que les ha ido en la capital yucateca” insistió.

Entrevistado en Palacio de Gobierno a donde acudió a un acto que encabezó la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, el edil de extracción priista dijo que se pretende empañar el trabajo de su administración por tratarse en la segunda más grande en materia presupuestaria.

Peniche Bates también se refirió al caso de los permisos que de manera ilegal expidió para la apertura de agencias de cerveza, pasando por alto la autoridad de la Secretaría de Salud.

Sostuvo que nunca los otorgó y que por el contrario ha combatido la existencia de esos establecimientos que operan de manera irregular, a través de la actuación de la policía municipal.

“Estamos pisando cayos y lo seguiremos haciendo” concluyó.