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El diluvio que viene

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El diluvio que viene

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Por Carmen Garay

Anuncios muy importantes se dieron durante la entrega de la propuesta del Paquete Fiscal para 2010. En este mismo espacio augurábamos lo espectacular que podrían ser algunas decisiones del Ejecutivo Federal para predicar con el ejemplo en eso de ser austeros y cambiar de fondo. Pero la información dada a conocer este martes 8 de septiembre rebasó por mucho nuestras previsiones.

Para abrir boca, nos enteramos de los cambios de titulares en PGR, Pemex y Sagarpa; las dos primeras, con un peso específico crucial para la seguridad y para la estabilidad económica. Y en el caso de Sagarpa, con la crítica situación derivada de la ínfima capacidad de interlocución de Alberto Cárdenas, acentuada por la sequía histórica que se presenta este año.

Estos movimientos, tardíos ante la ausencia de resultados al cabo de tres años, palidecieron horas más tarde al darse a conocer las medidas propuestas por el equipo del presidente Calderón y que incluyen, en términos simples, menos gasto, mayor recaudación y una “pizca” de deuda. Y cada uno de estos aspectos, conlleva un enorme precio político, aunque se trate por ahora sólo de propuestas que deberán ratificarse, modificarse o desecharse ni más ni menos que por nuestros diputados, cuyos líderes de bancada y de partido se apresuraron hace una semana a comprometer respaldo al presidente ¿compartirán realmente la responsabilidad y el costo?

Ahorro

En reiteradas ocasiones se ha señalado el desmesurado gasto corriente que representan algunas dependencias de la Administración Pública Federal. La desaparición de la Secretaría de la Reforma Agraria, es un hecho justo si recordamos que en 1992, setenta y siete años después de la promulgación de la Ley Agraria, se puso fin al reparto de la tierra, con la entrada en vigor de una nueva reforma constitucional y una nueva Ley Agraria.

En cuanto a la desaparición de Sectur y Función Pública –que no de sus funciones, han aclarado-, se genera la sensación de que el Turismo no fuera tan estratégico como fuente de divisas en nuestro país. Su agenda la absorbería la Secretaría de Economía, pero los planes y programas sectoriales quizá ya no tengan la misma proyección que se buscó con el lanzamiento de Vive México, apenas en mayo pasado. Sin embargo, aunque  el presidente mismo siga en esa tarea de promotor turístico rodeado de artistas y personalidades, algún sentido habrán tenido 3 subsecretarías, 11 direcciones generales y un centro de estudios.

Sería bueno conocer los concienzudos análisis que seguramente se llevaron a cabo para fundamentar tal decisión. Quizá sean los mismos que, hace años motivaron la reestructuración de Secodam y dieron lugar a la Función Pública, para vigilar el cumplido desempeño de los servidores públicos e instrumentar el Servicio Profesional de Carrera. De cualquier manera,  la Contraloría que se propuso, bajo la supervisión directa del Presidente de la República, servirá en la medida en que absolutamente ningún funcionario corrupto o inepto sea solapado, ni exista el tráfico de influencias para el otorgamiento de plazas federales.

Impuestos

La propuesta de combatir la pobreza –mejor dicho abatirla, pues no es como si se combatiera la delincuencia–, con un 2% de impuesto generalizado es, sin duda, la parte más sensible y polémica de lo que ayer se anunció. Si, tal como reconocen las mismas cifras oficiales, se cuentan ya más de 50 millones de pobres en México, cómo se pretende que el mencionado gravamen sea parejo para todos.

Las autoridades saben de sobra qué sectores han gozado de beneficios y subsidios, entonces porqué no pedirles ahora que absorban,  con sus privilegios, ese 2 por ciento que no representa el mismo impacto para todos.  Cigarros, cervezas y juegos más caros, rasgarán las vestiduras de ciertos grupos, pero ciertamente no son alimentos ni medicinas prácticamente para nadie; desafortunadamente, las drogas no están gravadas.

Por otra parte, el augurio de incrementar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y aplicar Impuesto a Depósitos en Efectivo (IDE) a partir de 15 mil pesos, hace pensar en lo mucho que serviría cobrar también un porcentaje cuando lo que se deposita son cientos de miles de pesos, millones tal vez, para que alguien adquiera un nuevo lair jet, un yate o una “casita”.

Déficit

Recurrir al endeudamiento es otro indicador de cuán grave es la crisis por el boquete económico de 300 mil millones de pesos. Si en la receta de gastar menos y recaudar más la economía del país no sale adelante, la pizca de sal será una deuda adicional de 60 mil millones de pesos. En esta medida, será indispensable conocer cómo se etiquetarán los recursos, para evitar suspicacias de que se prepara la caja de ahorros para imprevistos de campaña.

Ahora, y en la consabida analogía futbolera, el balón está en la cancha de lo diputados que, a más tardar el 15 de noviembre de acuerdo con la Ley,  deberán tener aprobado el paquete fiscal del año que entra. Tenemos que estar muy atentos a lo que suceda en la Cámara de Diputados, a las labores de cabildeo y las contrapropuestas que emanen de las fracciones parlamentarias que, en su caso, deben mejorar la apuesta de Felipe Calderón quien, literalmente, va con su resto.

 

 

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