La Profepa de Yucatán aplicó ayer la máxima multa contra el dueño del rancho Las Palmas de Tizimín, por la tala de árboles, quema y destrucción ilegal de un terreno forestal de 393 hectáreas.

En un comunicado de prensa, la Profepa informó que la multa es de $1.295,200. Pero además, la dependencia federal aplicó otras medidas al dueño de Las Palmas para resarcir el severo daño ecológico y la pérdida de hábitat de cientos de animales silvestres y flora en peligro de extinción.

Dice que el dueño del rancho, cuyo nombre omite, quemó en abril de 2013, sin autorización o permiso de la Semarnat, un terreno con el fin de cambiar el uso del suelo. Además del incendio intencional, el propietario usó maquinaria pesada tipo bulldozer para devastar la vegetación nativa.

Una denuncia ciudadana llevó a los inspectores de la Profepa al terreno siniestrado y en ese momento aplicaron la medida cautelar de la Clausura Total Temporal del predio, el aseguramiento precautorio de dos maquinarias bulldozer, cinco motocicletas y la detención de siete personas que fueron puestas a disposición del Ministerio Público de la Federación, que dictó auto de formal prisión contra dos de los detenidos por delitos contra la biodiversidad, en su modalidad de derribe de recurso forestal.

La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable establece una multa máxima de 20 mil días de salarios mínimos y esa sanción se impuso al responsable.

Como parte de la sanción, el dueño de Las Palmas tendrá que elaborar un plan para la rehabilitación y regeneración de la selva nativa bajo supervisión de la Profepa.

Fuente: Diario de Yucatán