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Napoleón entrega alma y corazón

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Napoleón entrega alma y corazón

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Por Martha López Huan

 

Mérida, Yucatán, a 21 de noviembre de 2010.- José María Napoleón no oculta su emoción de estar en Mérida, de cantar otra vez para los yucatecos: “es que a esta ciudad le guardo un gran cariño, significa mucho para mí. Aquí empecé a ganar el pan de mi vida”.

-Mi relación con Mérida siempre ha sido extraordinaria, porque empecé a ganar el pan de mi vida en un hotel que se llamaba Excélsior y que tenía un bar denominado  El Mural. Ahí  me dieron la oportunidad de trabajar con mi guitarra –explica.

Los recuerdos llegan a su mente y sus ojos brillan: “Canté tres meses en ese lugar y luego me iba de Mérida y volvía, canté en muchos lugares, por eso guardo un cariño muy especial a esta ciudad, muy profundo, difícil de describir”.

-Honestamente, ¿usted esperaba el recibimiento de esta noche? –preguntamos.

Suspira y responde con voz tenue, cargada de agradecimiento: “No. Salí con la responsabilidad con la que siempre salgo a cantar, pero cuando ví la respuesta  en cada canción… nunca lo imaginé”.

El cantautor, que recientemente terminó una gira por Estados Unidos, habló también del nuevo disco que se encuentra promoviendo en México, denominado “Necio corazón”  y de  los planes que tiene para festejar sus 40 años de trayectoria que cumplirá en diciembre próximo.

-En el 2011 grabaré un disco que se llamará “Cuarenta años” y que incluirá 40 canciones, será algo para agradecer a la vida el momento maravilloso que estoy viviendo -confiesa.

El disco tendrá 10 éxitos de Napoleón, 10 temas rancheros de su autoría que le han grabado otros artistas, “la vena ranchera la heredé de mi madre que tiene 93 años de edad” y 10 canciones inéditas.

Además, tendrá 10 canciones que le hubiera gustado escribir y entre estas destacan “Un tipo como yo” de Sergio Esquivel y “Aquél Señor” del maestro Armando Manzanero.

-Creo que será un buen proyecto –concluye el artista, quien se considera cien por ciento romántico y agradecido de esta ciudad.

GRAN NOCHE EN EL PALENQUE

Como si fueran amigos de siempre, José María Napoleón y el público del Palenque de X´Matkuil,  literalmente se fundieron en un largo, cálido abrazo que dejó entrever  un cariño genuino, único, de esos que se consolidan con el paso del tiempo.

El artista, vestido en traje negro y camisa blanca, entregó alma, cuerpo y corazón desde la primera canción hasta la última, evocando sus éxitos de antaño para delicia del público femenino juvenil y adulto que acudió el viernes por la noche al Palenque.

Sin embargo, descubrir que Napoleón aún conserva esa voz privilegiada, fue lo mejor. Valió la pena la espera y cada peso pagado por la entrada al espectáculo.

-Tengo recuerdos de esta gran ciudad y me siento honrado y contento de estar aquí. Mérida es una tierra de grandes compositores, de grandes amigos, como Sergio Esquivel y Armando Manzanero, pero además,  mi primer amor fue de aquí. Siendo muy joven tuve una novia de esta ciudad, se llama Gladis, pero su nombre artístico es María Medina –confesó y recibió la primera lluvia de aplausos de la noche.

Cuando los acordes de la tercera canción (“Celos”) empezaban a sonar, gracias al arte de los siete músicos de su Orquesta, Napoleón ya tenía cautivo al público, cuyas voces se elevaron con  “Eres”, ”Hombre”,  “Pajarillo”, “Leña verde” y “Lo que no fue no será”, que José José convirtió en éxito.

-Qué hermoso cantan. Yo lo sabía. Todos están muy bien afinados. Qué bien canta Mérida. Hasta el final de mis días, me acordaré de esta noche –dijo y recibió la segunda lluvia de aplausos que se convirtió en una gran ovación por la sencillez y el cariño que el cantante manifestaba por Mérida.

CAUTIVA JOSE MARIA JUNIOR

Después de tantos aplausos, Napoleón pidió un favor:  “Dejen cantar a mi hijo dos canciones, el quiere seguir esta carrera y vamos a apoyarlo”.

Abandonó el  escenario y José María Junior, quien estaba haciendo coros, se levantó de la silla y puso a bailar al público del Palenque con su tema “Sin ti”.

-Es una canción de mi autoría y espero que les guste –indicó el joven, ataviado en pantalón de mezclilla, camisa negra y saco del mismo color.

Y sí, igual que su padre, cautivó por el timbre de su voz. Los aplausos subieron de tono cuando interpretó un cover de Benny Ibarra y “Santa Lucía”. Fue suficiente, prácticamente se “embolsó” al público yucateco.

Orgulloso y agradecido, por los aplausos que brindaron al joven, Napoleón volvió con sus éxitos de antaño: “Vive” y “Ella se llamaba Martha”, pero al pretender finalizar, surgió otra lluvia de aplausos con clásicos gritos de “otra, otra, otra”.

Complaciente, volvió a la carga, pero esta vez, en dueto con José María. Después, Napoleón se fue triunfante y agradecido, no quería deshacer el cálido abrazo, único, que compartió con la multitud que lo abrazó  en el Palenque de Xmatkuil.

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