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Explosiva, curvilínea y sensual

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Explosiva, curvilínea y sensual

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Por Martha López Huan.

Volvió a triunfar en X’Matkuil, pero esta vez como diosa Azteca que llega para que le rindan tributo: Alejandra Guzmán hizo su aparición en el escenario del Palenque, regalando sensualidad,  energía a raudales y una amalgama de canciones nuevas con sus éxitos de siempre.

Desde que pisó el escenario, vestida con un estilizado traje de Azteca y el enorme penacho negro que adorna la portada del disco “Único”,  la rockera  presumió ese cuerpo de diosa, curvilíneo y sensual que casi la lleva a la tumba.

Sus movimientos candentes, rítmicos  y sensuales se volvían explosivos en cada canción, en cada interpretación, capturando las miradas del público que llenó el recinto, cuyas voces se unieron con “Mala hierba”.

-Mérida,  te extrañaba. Vine el año pasado y hoy, estamos cumpliendo 22 años (de trayectoria). Sí son 22 –dijo al interactuar con el público que disfrutó más de dos horas del nuevo espectáculo de Alejandra Guzmán y su curvilíneo cuerpo, que presumió en sus tres cambios de vestuario, despejando dudas sobre su salud.

De pronto, tomó un enorme caracol y, como los antiguos mayas, lo usó como instrumento para llamar a los dioses y pedir permiso, “tengo que pedir permiso para cantar”. Y cumplió con creces, acompañada de dos coristas y bailarinas, así como los integrantes de su orquesta.

El espectáculo fue bueno, pero se eclipsó por el mal sonido, ya que no en todo el Palenque se escucha bien. Algunas veces fue difícil entender lo que decía la cantante y compositora, quien por cierto recibió varias rosas de sus admiradores pequeños, juveniles y adultos.

Fue el pretexto perfecto para cantar “Rosas rojas” y le siguieron “Diablo” y “Flor de papel”, pero cuando el público empezó a cantar, la emoción abrazó a la Reina de corazones y volvió a decir que los extrañaba.

-Qué bonito. Ya los extrañaba. Hace un año vine y estaba un poco traqueteada (haciendo alusión a la infección que le causaron los implantes en sus pompas y que casi la llevó a la muerte). Hoy hay calor, pero humano –indicó y se lanzó con una serie de canciones del disco La Guzmán.

Quiso terminar con “Eternamente bella”, pero el multitudinario público la hizo volver al escenario y ella regresó, pero antes de obsequiar la del estribo, agradeció,  “por esta noche tan bonita. Los llevó en mi corazón”.

Y todo el Palenque se volvió una caja de resonancia, pues público y artista unieron sus voces para interpretar “Hacer el amor con otro”, un éxito que sigue dejando grandes satisfacciones a la hija de Silvia Pinal y Enrique Guzmán. Al final de la última estrofa, ella se fue como llegó: triunfante, explosiva y sensual.

 

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