Page 15 - Revista Yucatán Abril 2022
P. 15

ABRIL /2022
 de Yucatán como de otros estados.
No podemos dejar de lado la apertura del Palacio de la Música, el cual alberga una de las mejores salas de conciertos de América Latina y un museo interactivo que celebra a la música mexicana en todas sus mani- festaciones.
Por la parte académica, la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) y la Universidad Autónoma de Yuca- tán (UADY) han destacado como las instituciones educativas que mayor compromiso tienen con la cultura, no solo formando nuevos talentos a tra- vés de cursos, talleres y/o licenciatu- ras, sino a través de la investigación y actividades artísticas que, a su vez, generan nuevos públicos. Del mismo modo, la Orquesta Sinfónica de Yuca- tán (OSY) es hoy, a casi veinte años de su fundación, una de las orquestas más importantes del país.
El teatro se ha diversificado y hoy, tenemos las clásicas propuestas re- gionales, puestas en escena de obras clásicas, manifestaciones experimen- tales, además de un creciente interés en los últimos años por el teatro mu- sical.
Durante el confinamiento a causa de la pandemia, la oferta cultural y ar- tística se adaptó de forma orgánica a la modalidad virtual, siendo la UADY, la Sedeculta y la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida quienes ofrecieron este tipo de actividades en línea, generando sanas distracciones que contrarrestaron a la depresión, estrés y ansiedad generadas por el aislamiento.
Claroscuros y centralización
En Mérida y en todo Yu- catán se respira arte, ¡eso es incuestionable! No im- porta al rincón que vaya- mos, siempre estará pre- sente en cualquiera de sus manifestaciones, pues los yucatecos llevamos la cul- tura tatuada en nuestra piel y la lucimos con orgullo.
Lamentablemente, los actuales gobiernos no han sido la excepción en un tema: el trato hacia los ar- tistas. Y es que no importa si la administración es fede- ral, estatal o municipal, no importa si es un Instituto, un Consejo, una Secretaría o una Dirección de Cultu- ra, en todas, sin excepción, existe siempre una cons- tante: el increíblemente retraso en los pagos de honorarios; depósitos que tardan dos, tres, cuatro, seis... ocho o hasta nueve meses en caer en las cuen- tas de los artistas (y lo triste es que ante cualquier recla- mo, una respuesta común es “tú te lo buscaste por querer vivir del arte”).
Otro bemol cultural ra- dica en el tema de que la capital yucateca ha sido el eje artístico del estado. En los últimos años se han lle- vado a cabo políticas con el fin de proyectar a Méri-
  15
























































































   13   14   15   16   17