Con una anticipación de seis meses a la temporada de huracanes y tomando de sorpresa incluso a los meteorólogos, al anochecer de ayer se formó la primera tormenta de 2016 en el Atlántico, y fue bautizada con el nombre masculino de “Alex”.

El meteoro nació al sur-suroeste de las Islas Azores, al norte de África, casi frente a la distante Portugal, lejos de la zona donde tradicionalmente surgen esas perturbaciones atmosféricas.

Debido a su posición no representa peligro para Yucatán ni la república mexicana en general.

Si bien ese fenómeno de la formación demasiada temprana de un ciclón es extraño, no inédito. El Servicio Meteorológico Nacional informó que hace casi 40 años, en 1978, también se dio el caso de una tormenta surgida en el Atlántico en enero. El registro de los ciclones comenzó en 1851, y de entonces a la fecha se han formado cuatro, incluyendo a “Alex”, perturbaciones en enero en esta parte del planeta.

—Ojalá esto no sea indicio de lo que nos espera para la temporada de huracanes — expresó Enrique Alcocer Basto, titular de Protección Civil del Ayuntamiento, quien llamó al Diario para reportar ese inusual fenómeno e indicó que él se enteró a su vez por medio de los servicios meteorológicos de Florida.

El Servicio Meteorológico Nacional precisó a su vez que “Alex” es una tormenta subtropical. Anoche, después de nacer, avanzaba a 22 kilómetros por hora, tenía vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora y rachas de 100 km/h. Su diámetro promedio de convención era de 200 km. El lugar del territorio nacional más “cercano” a esa perturbación es Quintana Roo, de modo que tendría que recorrer casi 6,000 kilómetros para llegar a esas playas, lo cual de todos modos se descarta.

El reporte nacional se dio a las 5:45 de la tarde, y el mapa del pronóstico indica que esa tormenta viajará hacia el norte, en dirección a Groelandia.