En la Emiliano Zapata Sur III
Ante las bajas temperaturas y los fuertes vientos que se viven en los primeros días de este 2018, familias de “paracaidistas” ubicados en la colonia Emiliano Zapata Sur III, mejor conocido como “Inavasión”, por las noches tienen que ingeniárselas para protegerse del frío; ya que en sus hogares construidos con cartón y lámina, se filtra el aire por todas partes.
La implementación de 2 cobertores por cada integrante de una familia no basta para mantenerse caliente, por lo que recurren a dejar encendida la leña durante toda la noche, aun sabiendo el peligro que esto representa, ya que es tanto el frío que se siente, que hasta cala los huesos, refirió Dulce Jiménez Lara, vecina del lugar, quien habita en esa zona desde el 2014.
“Ahorita por el frío está muy difícil la situación, entra mucho fresco, por todos lados se cuela el aire, hay demasiada ‘heladez’, casi no tenemos abrigos ni cobertores, por eso es que se prende la leña, está complicado”, puntualizó.
Nada de apoyo
Por otro lado, las hermanas María y Cristina Castillo Chan, ambas madres de tres pequeños, precisaron que esta temporada, a diferencia de años anteriores, no recibieron ningún tipo de apoyo.
“Recuerdo que en diciembre del 2016 vinieron y nos regalaron de a un cobertor por familia, pero este año nada, ni las autoridades se asomaron, por eso estamos sufriendo”.
Relataron que desde las 6 de la tarde que comienza a descender la temperatura, se abrigan bien, y es hasta las 9 de la mañana, cuando calienta un poco el sol, que guardan sus cobertores, aunque en ocasiones, al estar nublado todo el día, les resulta imposible quitarse sus abrigos.
“Mientras son los niños los que lo sufren más porque se enferman de gripe”, agregaron al mismo tiempo que aprovecharon para solicitarles a las autoridades, especialmente al IVEY, se apresuren en el proceso de regularización de sus terrenos y el apoyo de una vivienda.
“Desde principios de noviembre vinieron los trabajadores del IVEY y dijeron que ya habían liberado todo lo de las casas y que en diciembre iban a pasar a medir y todo, pero hasta ahorita no nos han vuelto a decir nada, ni siquiera sabemos cuánto de terreno nos van a dejar, cuánto va a ser, nada, estamos al aire, por eso mismo aunque hay mucho frío, no nos podemos mover de aquí para ir en casa de un familiar aunque sea para pasar estos días, porque si vienen y no estamos, los vecinos dicen que no lo viven, meten a otras personas, o te entran a robar”, señalaron.
Triste resignación
Finalmente, doña Siberiana Perera Loria, de 76 años, quien actualmente, ante el abandono de su familia, habita sola en una pequeña pieza construida con pitas y pedazos de madera, y se dedica a la pepena, relató entre lagrimas que las personas de la tercera edad, al igual que los niños, son los que más padecen las bajas temperaturas, pero que en su caso quizás muera antes de que pueda recibir algún tipo de ayuda.
“Son muy contadas las veces que alguien viene y nos apoya, y cuando sucede buscan darle a los niños, a los viejos nos tienen olvidados, los viejitos nos estamos muriendo de frío y ni una sabana nos dan, es muy feo estar así, aunque prenda mi candela es insuficiente, el frío pasa por los huecos, y como mi piso de es de tierra, más se siente”, compartió.
