Cancún, Q. Roo, a 06 de diciembre de 2010.- El Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, llamó a los participantes de la Reunión Parlamentaria Mundial a apoyar la propuesta de México de impulsar la creación del Fondo Verde para proyectos, programas y actividades de mitigación del cambio climático, incluida la reducción de emisiones por deforestación y transferencia de tecnología.

En su discurso durante la inauguración del evento que se en Quintana Roo, el legislador señaló que el financiamiento internacional deberá favorecer la asignación de recursos para el impulso a las medidas que incidan de manera efectiva en la mitigación y adaptación al cambio climático y garanticen la seguridad energética, ambiental y alimentaria.

Expuso que resultan indispensables las posiciones firmes que impulsen una participación de los congresos en la aprobación de una legislación sistémica, integral y suficiente para que los países transiten hacia la reducción significativa de la emisión de gases de efecto invernadero y la reducción de vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos.

“Los parlamentarios de todo el mundo debemos plantearnos un nuevo pacto con la naturaleza que requiere, requiere la instauración de un modelo universal de desarrollo sustentable distinto al existente. Un consenso político y económico fundado en la equidad internacional que involucre el fin de la carrera armamentista, la sobreexplotación de los recursos naturales y la degradación del trabajo”, dijo.

Hizo un llamado a encontrar mecanismos e instrumentos multilaterales en el marco de Naciones Unidas para detener el cambio climático global a partir de un acuerdo que reconozca la interdependencia entre los países y el papel diferenciado que cada uno ha jugado en su gestación y en la corresponsabilidad entre los actores públicos, privados y sociales.

Ramírez Marín apuntó que la vulnerabilidad de numerosos países y regiones reside en sus condiciones de desigualdad, caracterizada por la concentración excesiva del ingreso, la disminución de las capacidades regulatorias de los Estados y los efectos depredadores de la economía de mercado.

El diputado indicó que el cambio climático exige el surgimiento de una ciudadanía global, que ejerza sus derechos a través de formas democráticas participativas y recupere su soberanía sobre los procesos políticos.

Indicó que una propuesta de resolución podría ser que la Unión Parlamentaria Mundial realice anualmente un encuentro mundial para compartir agendas y definir programas. “Unimos, por eso, nuestra voz a la propuesta de que sea establecido un impuesto mundial para el consumo de combustibles fósiles que sería destinado a promover el desarrollo de las innovaciones tecnológicas e inversiones en fuentes renovables de energía”, añadió.

Recordó que en México los efectos del cambio climático costaron el equivalente al 6.2 por ciento del Producto Interno Bruto en el año 2010, sin contar lo que ha significado para “nosotros en el número de vidas pérdidas y en el gravísimo retraso económico de las más productivas regiones de nuestro país”.

El diputado expuso que en América Latina y en el Caribe todavía persisten graves problemas de pobreza, desigualdad, educación y salud. El cambio climático, bajo este precario marco de desarrollo, sólo es un catalizador para la ampliación de estos problemas, más pobreza, menos salud, menos desarrollo.

Aseveró que en nuestra región latinoamericana y caribeña los más pobres son, como siempre, los más afectados ante la pérdida de terrenos fértiles o con recursos maderables aprovechables.

“Es la hora de pasar de las buenas intenciones a las acciones contundentes; de los debates estériles a los debates con resultados. Hagamos todo lo posible para que la COP 16 sea el inicio para la nueva gobernanza multilateral y siente las bases para fortalecer la capacidad de las Naciones Unidas para atender prioridades impostergables de la seguridad global y el desarrollo humano integral”, concluyó.