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Ni judas ni nada

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Ni judas ni nada

220512yosoy-132

Por Alejandro Pulido Cayón

Hace pocos años los ninis empezaron a ser noticia, emos y punketos se daban trastazos en las calles, los jóvenes eran la perfecta representación de la apatía, la mediocridad, el despropósito en el que se miraba la sociedad mexica. Apareció #YoSoy132 para quebrantarnos prejuicios: universitario y demás fauna dieron muestras de vida, se posicionaron a través de las redes sociales; nativos digitales, al fin, explotaron esos canales de comunicación para exigir la democratización de los medios masivos.

Las personas identificadas con #YoSoy132 -y sus derivaciones- resienten los embates más crudos desde que emergieron. Existe una pugna por volver a ese movimiento en simple fenómeno mediático. En su momento advertimos que las movilizaciones estudiantiles intentarían ser desarticuladas, específicamente se planteó que les aplicarían un tratamiento similar al que Ernesto Zedillo le dio a los integrantes del CGH hace poco más de una década. También, era de esperarse que las cabezas visibles estarían expuestas ser cooptadas: Así ocurrió en el caso de Antonio Attolini.

A nadie debería sorprender que haya ocurrido la supuesta traición de Attolini, quien se ostentaba como vocero del #YoSoy132ITAM. La desacreditación desde las élites dominantes y mediáticas es, en los hechos, lo que dio origen al movimiento después del llamado Viernes Negro de #EPN. Fue el desprecio y la minimización de la protesta por parte del presidente nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, lo que motivó que 131 alumnos de la Universidad Iberoamericana subieran un video a Youtube. #YoSoy132 nace bajo el signo del descrédito oficialista y de los poderes fácticos.

El último domingo de octubre, Antonio Attolini estrenó el programa Sin Filtros en ForoTV, canal subsidiario de Televisa. Ello desató los días previos una asonada en Twitter y las redes sociales. Dominaron los comentarios de indignación y linchamiento hacia el joven politólogo, quien apenas atinó a defenderse. Sin embargo, resultan más significativas las reacciones que hubo desde el ala conservadora. El establishment celebró con vítores la decisión de Attolini; incluso, festejaron el hecho como la muerte del movimiento estudiantil. Nada más equivocado, desde mi perspectiva.

Digamos que a seis meses del surgimiento de las protestas estudiantiles y anti Peña Nieto, el movimiento articulado en torno a #YoSoy132 siempre ha estado bajo acoso, y lo seguirá estando. Lo relevante es la manera en la que ha respondido la contraparte: ya reconoció que han perdido varios combates en las redes sociales, o al menos que ese terreno está demasiado minado.

En el ámbito de los campos de batalla social “reales”, al no haberse dado una significativa represión -al estilo de lo ocurrido en la Plaza Tahrir en Egipto-, estoy convencido que la apuesta es al desgaste “natural” del movimiento, hasta que su agenda sea totalmente confusa y pierdan adeptos en otros sectores sociales.

La integración de Attolini a la empresa Televisa, de la cual dice que será crítico desde la entraña, es un fuerte golpe pero únicamente en el terreno mediático. El grave riesgo de lo anterior, radica en la capacidad de manipular esa noticia desde otros medios, hasta generar una corriente de opinión mayoritaria que desacredite al resto de los #YoSoy132. Al masificarse la noticia de que “les dieron attolini con el dedo”, el grueso de la población que se informa a través de los noticieros de Televisa y subsidiarias cuestionará a los demás integrantes.

Si bien hubo un comunicado para precisar la posición de #YoSoy132ITAM, la difusión del mismo se limitó a algunos medios digitales. Los universitarios expusieron con puntualidad que desde agosto pasado AA estaba distanciado de las asambleas y que no formaba parte activa del movimiento. Ajá. “¿Y?” A eso le apuesta Televisa, que también en estos días está bajo fuego como nunca antes había ocurrido. Finalmente, AA no es ni judas ni nada, en todo caso es un oportunista y ya. Digo yo nomás digo.

En Twitter: @alexpulidocayon

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