Los cambios efectuados por el municipio, enviando a jóvenes universitarios como inspectores de mercados, ha tocado intereses creados en el Lucas de Gálvez, grupos de locatarios y tianguistas presionan al municipio, quieren que vuelvan a “a la normalidad” las cosas allí en el mercado, ahora ya no cobran los inspectores, cobra la tesorería, al mismo tiempo se están revalidado concesiones, todo ello en vísperas de la gran temporada de ventas, por ello de seguro la presión aumentará.

Angélica Araujo tiene la ventaja –por ahora- de los llamados tiempos políticos, ordenando el mercado, regresando a los ambulantes a sitios adecuados, sacándolos de las calles del centro. Ese será un gran logro. Pero allí en el mercado, Angélica librará otras batallas, no sólo con los locatarios, también con otros aspirantes políticos de su mismo partido que le irán metiendo el pie para que no haga un buen papel en el Ayuntamiento y le bajen bonos al 2012.

El mayor acierto de Araujo Lara será resistir y seguir adelante. Mérida requiere mayores compromisos, los ciudadanos la siguen mirando de reojo, esperan que cumpla y ordene la ciudad que heredó…