Mérida, Yucatán, a 18 de mayo de 2010.- El ex alcalde de extracción panista, Luis Correa Mena, calificó de errática la actuación del Partido Acción Nacional (PAN) durante y después de las elecciones, toda vez que ese instituto político ha mandado “señales muy diversas a los espectadores, al electorado y a la sociedad”.

Para sustentar su aseveración, reveló que al momento en el que el representante del blanquiazul ante el IPEPAC, Orlando Pérez Moguel, se retiró del Consejo General, el ambiente entre la dirigencia panista era de “total desasosiego”. Sin embargo, luego reclamaron la victoria en la alcaldía de Mérida.

“En 1991 cuando compitió Ana Rosa Payán por primera vez a la alcaldía, nuestro representante se retiró, y terminamos con el triunfo en esa elección. Habían tomado la decisión de retirarse porque cada paquete que abrían, mostraba una ventaja para el PRI en esa elección o un cambio en el resultado que teníamos. Con eso, la señal que se da es que hay una derrota”, recordó.

Agregó que “el ánimo de ese momento era el de una aparente y contundente derrota. Uno de los extremos del PAN el pasado 16 de mayo, es el retiro de su representante y el otro el reclamo de la victoria. Ahí hay un abanico muy grande en el PAN que manda señales muy diversas”.

Con respecto a la decisión de la cúpula panista de realizar movilizaciones y protestas, responde a que “no fue una derrota limpia. Si tú acusas de que el resultado fue derivado de anomalías e irregularidades, de alguna manera salvas el prestigio de que no perdiste, sino que te robaron la elección”.

Recordó que fue el presidente del PAN nacional, César Nava Vázquez, quien acudió a la Secretaría de Gobernación para denunciar anomalías, lo que, a consideración de Correa Mena fue una manera de anticipar y justificar una derrota.

Asimismo, consideró que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) debería dar especial lectura a los resultados de los comicios, toda vez que las cifras indican que existe un sector de la sociedad que manifestó, mediante el voto, un cambio en la actitud del Ejecutivo.

“En Mérida, de la elección anterior a esta, hay un retroceso en la votación priísta, hay un aumento en la votación panista. Hay un segmento que manda un mensaje al gobierno del Estado, para que recomponga su actuación o cuando menos manifiesta su desacuerdo”, apuntó.

Puso como ejemplo al mismo PAN, que en las elecciones de 2004 obtuvo el triunfo en Mérida, mantenía la gubernatura, había conseguido gran parte de los municipios y además contaba con mayoría en el Congreso del Estado, pero en los comicios de 2007, perdieron todo eso.

“Entonces sólo leyeron resultados y cifras, pero no el mensaje de los electores, no supieron entender que en ese momento les hacían una evaluación de la que no salían totalmente aprobados. Esa señal no fue observada, y los resultados los tenemos a la vista: Un partido que se ensoberbeció, que creyó que podía controlar a todo el Estado y perdió las siguientes elecciones.”, subrayó.

En referencia a la gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco, Correa Mena dijo que: “Si piensa que por haber ganado mayoría en el Congreso del Estado, haber obtenido Mérida, asume la misma actitud que el PAN cuando tenía todo el poder, también se puede tropezar”.