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¿Y mi tablet, apá?

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¿Y mi tablet, apá?

El advenimiento de la democrática república del balconeo inmisericorde en redes sociales, ha permitido frenar abusos de las autoridades, denunciar la prepotencia de las personas que se dicen influyentes (ladies y lords sobran para demostrarlo), y de alguna manera quienes carecían de voz pública han podido hacerse escuchar fuerte y claro.

Esta semana circuló un vídeo en el que una maestra del Estado de México pedía un apoyo para la escuela de 400 pesos, a cambio de la entrega de tabletas digitales para alumnos de quinto año de primaria. A los padres de familia que no le entraban con el dinero, les aseguró la educadora que retendría el dispositivo hasta que apoquinaran. Como quien dice, se quiso pasar de lanza y la balconearon.

Resulta que en eso de la educación el gobierno federal está entregando, sin costo, tabletas digitales a los alumnos de quinto de primaria en todo el país. En Yucatán se anunció que repartirán más de 15 mil aparatos en estas fechas. En el país, hasta ahora, ya se han dado más de un millón. En lo personal, pienso que estás acciones constituyen un gran acierto en busca de abatir la brecha digital.

tablEn la medida que los avances tecnológicos permeen a los distintos estratos sociales, estaremos en mejores condiciones para hacerle frente al futuro. Lástima que existan seres abominables como la maestra que condicionó, sobra decir que indebidamente, ese programa federal. A personas así, con la idea de traerlas al siglo XXI, bien les vendría que les reseteen el cerebro, para que hagan menos daño a la sociedad.

Y resulta paradójico, a grados hilarantes, que precisamente en un acto de entrega de dispositivos digitales haya sido grabada -con un smartphone- en flagrancia. Si saben que un mundo nos vigila, ¿para qué caer en macuarradas y corruptelas?

Ahora bien, este caso se diferencia de muchos otros que hemos visto de denuncias en las redes sociales, debido básicamente a que retrata una práctica enquistada en muchas escuelas públicas. El pedir cuotas, ya sea por nuevo ingreso o materiales didácticos, contraviene las disposiciones al respecto de la Secretaría de Educación Pública. Esto que circula todavía por internet, es muy distinto a otras peticiones como las que señalaba hace un par de semanas, en las que sin saber ni temer los cibernautas se apuntan a un bombardeo. Aquí, es irrefutable el grado de corrupción de la susodicha maestra.

Este lunes, después de un prolongado período vacacional, más de 430 mil estudiantes regresan a clases en Yucatán. Todo debe estar a punto para que una legión de maestros retorne a las aulas.
Esperemos que la historia de todos los años, en la que «la sociedad de de padres de familia» piden un apoyo para el inicio de cursos, no se repita. Hace tiempo que escucho el mismo discurso de las autoridades que se lavan las manos aduciendo que ninguna aportación en dinero es obligatoria, pero que es cuestión de los honorables padres de familia de cada plantel solicitarla o no. La Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Yucatán rebosa de quejas por esto.

Y recordemos, un mundo vigila a quien se pasa de gandalla.

Por Alejandro Pulido Cayón

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