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Río Bec, la enigmática y sostenible sociedad maya, sin reyes ni jerarquías

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Río Bec, la enigmática y sostenible sociedad maya, sin reyes ni jerarquías

Las excavaciones que se están llevando a cabo en el sitio arqueológico de Río Bec, en la selva mexicana de Campeche, han sacado a la luz una ciudad maya compuesta por diversos asentamientos donde se desarrolló una sociedad basada en la autosuficiencia y que desapareció misteriosamente en torno al I milenio de nuestra era.

Localizadas en el extremo sur de la selva de Campeche, en México, las poco conocidas ruinas mayas de Río Bec constituyen un caso singular. De hecho, Río Bec no fue una ciudad maya al uso, sino que constituyó una sociedad en la que las personas convivían en grupos diferenciados sin que aparentemente se diese una situación de domino y jerarquía.

Desde 2019, un equipo de arqueólogos franceses está intentando desentrañar los secretos que oculta la misteriosa sociedad que se desarrolló en Río Bec, en lo que parecen diferentes parcelas sostenibles que contaban con largos canales para conducir el agua de lluvia y, algo aún más sorprendente: un moderno sistema de presas.  

La arqueóloga de la Universidad París I Panteón-Sorbona y responsable del equipo, Eva Lemonnier, sugiere que precisamente este sistema de presas resultó clave en Río Bec, puesto que el relieve kárstico de los suelos yucatecos consistía simplemente en una delgada capa de tierra sobre la dura y porosa roca caliza. De este modo, según los investigadores, mediante las presas los habitantes de Río Bec pudieron obtener sedimentos naturales ricos en nutrientes, ideales para ser usados en las parcelas de cultivo. 

LA SUPUESTA INFERIORIDAD DE RÍO BEC

Las primeras exploraciones en Río Bec las llevó a cabo en 1930 el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México (INAH), que se encargó de restaurar uno de los principales edificios del sitio en los años ochenta. Aunque no sería hasta 2002 cuando un grupo de arqueólogos liderados por Dominique Michelet y Marie-Charlotte Arnauld, del Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia (CNRS) emprendió un ambicioso proyecto de ocho años de duración para intentar descifrar los misterios que guardaba Río Bec. 

UNA SOCIEDAD MAYA SOSTENIBLE

«Este sitio es muy particular. Era una sociedad diferente, que se organizaba por barrios. Y en cada barrio había una casa grande monumental o dos, y luego casas más pequeñas; y todas tenían amplias parcelas agrícolas alrededor», explica Lemonnier. De hecho, gracias a las imágenes tomadas por el LiDAR en 2022 se ha pudo saber que existían más de 70 grupos de casas construidas mediante un sofisticado sistema arquitectónico.

‘Este sitio es muy particular. Era una sociedad diferente, que se organizaba por barrios. Y en cada barrio había una casa grande monumental o dos’, afirman los arqueólogos.

«En las imágenes de un solo barrio obtenidas por el LiDAR se pueden detectar edificios que representamos con cuadrantes negros. Vemos también sectores con terrazas agrícolas en pendiente y con desniveles sobre los que luego ponían más tierra para hacer más grueso el suelo para sembrar. Se ven zonas profundas donde se almacenaba el agua en épocas de lluvia y había muros con diversas funciones: permitían dividir las unidades domésticas o parcelarias, pero también se usaban como caminos y senderos, y ahora estamos descubriendo que tenían una función hidráulica, para canalizar el agua hacia zonas más bajas», señala la arqueóloga.

MISTERIOSA DESAPARICIÓN

La última temporada de excavaciones se sumó al equipo el joven arqueólogo Olivier Brunet, de la Universidad París I Panteón-Sorbona, que se encargó de analizar el complejo sistema de producción agrario autosostenible de Río Bec. Brunert realizó excavaciones en torno a uno de los muros en un área de 20 metros cuadrados, donde salió a la luz un importante hallazgo: un canal con un sistema de cortina como los usados en los sistemas de presas actuales. «Aquí, en esta cortina que acabamos de descubrir, se acumulaban los sedimentos; de aquí recuperaban suelo para colocarlo en las parcelas. Era una muy buena tierra de cultivo», destaca Lemmonier.

El arqueólogo Olivier Brunet se encargó de analizar el complejo sistema de producción agrario de Río Bec.

Imagen de las ruinas de Hormiguero, un sitio arqueológico maya construido en el estilo arquitectónico Río Bec.
Imagen de las ruinas de Hormiguero, un sitio arqueológico maya construido en el estilo arquitectónico Río Bec.iStock

Por otra parte, Eva Lemonnier adelanta que los siguientes pasos que están previstos en la investigación serán «analizar la memoria del suelo de Río Bec, examinar los fitolitos, que son partículas de minerales que persisten durante milenios una vez que muere la planta y cuyo estudio permitirá saber qué cultivaban sus habitantes». Finalmente, los arqueólogos pretender arrojar luz sobre el motivo por el cual, de manera repentina, hacia el año 1000 desapareció este grupo humano asentado en la alta selva maya y que es, quizás, uno de los mayores misterios que oculta este singular sitio arqueológico.

Fuente: National Geographic

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