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Volar en tiempos de Covid: La historia de un piloto mexicano que comandó un vuelo a China

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Volar en tiempos de Covid: La historia de un piloto mexicano que comandó un vuelo a China

El Capitán Fernando Dávalos Monroy es uno de los pilotos que estuvo a cargo de la misión del boeing 787-8 que trae insumos a México desde China.

Las redes sociales transmitieron en vivo el primer arribo del 787-8 Dreamliner de Aeroméxico el pasado 7 de abril, el inicio de los 12 vuelos con cargamento con insumos médicos comprados en China para enfrentar la pandemia del coronavirus. El Misionero de Paz había aterrizado en nuestro país. 

Detrás de estos vuelos de Grupo Aeroméxico en coordinación con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) se lograron hasta ahora más de 126 toneladas de insumos médicos y una operación que lleva cerca de 420 horas de vuelo con la participación de más de 160 miembros de tripulación y equipo técnico. 

Entre ellos se encuentra el Capitán Fernando Dávalos Monroy, uno de los pilotos  del grupo que realizó una de estas operaciones el pasado 28 de abril entre la incertidumbre y el orgullo de hacer su labor. 

“Tuve esa sensación de inseguridad y miedo antes de viajar. Tienes que salir de tu casa, del confinamiento, esos temores de que puedes estar expuesto y durante el vuelo es la responsabilidad que uno siente; sin embargo, tienes que ponerte la camiseta y cumplir”, narra Dávalos. 

Cortesía: Aeroméxico

El vuelo de Fernando es uno de los tres vuelos que operan al mismo tiempo para traer esta ayuda que es enviada a hospitales y personal médico, de los cuales se esperan entre 20 y 30 vuelos en total.   

Para abordar el 787-8 Dreamliner el capitán tuvo que seguir las medidas de sanidad establecidas por el grupo el cual contempló cambiar de uniforme y usar uno que tuvo que prescindir posteriormente.

Asimismo para evitar la propagación del virus se les recomendó a los pilotos no hacer uso de las corbatas y finalmente durante todo el vuelo agregó un elemento incómodo pero necesario: el cubrebocas, como parte primordial de su vestimenta. 

“Estar toda una jornada con tapabocas es todo un desafío, es incómodo estar tantas horas así”, cuenta Dávalos quien destaca que el vuelo de de ida y regreso consiste en más de 28 horas. 

De regreso a China 

Estos vuelos que se realizan ahora son vuelos charter que necesitan de otros mecanismos y permisos para llevar a cabo la labor, ya que son vuelos de carga. Ante ello, la respuesta fue positiva. 

“El apoyo por parte de las autoridades ha sido muy amigable.Varios de nosotros  ya no operamos hacia Shanghái y  no teníamos los documentos pertinentes pero hemos tenido las facilidades que se han venido suscitando para que se puedan realizar estos vuelos”, dice Dávalos. 

El 787-8 Misionero de la Paz hace escala en Japón, sube tripulación y se dirige al aeropuerto de Shanghái. 

Los días en que se queda la tripulación son un aproximado de cuatro días, en los que con las medidas necesarias se transportan al aeropuerto, hotel y tienen permitido salir en un radio de 5 kilómetros. 

¿Cómo se siente estar en el país en el que se originó la pandemia? Nuestro entrevistado responde que le dio confianza el respeto y las responsabilidad de cada uno de los ciudadanos. 

“La imagen que me sorprendió fue de la gran responsabilidad que tienen, lo disciplinados y la seriedad que le dan a este caso”. 

Cortesía: Aeroméxico

Sin pasajeros  y con aeropuertos vacíos

Otras de las cosas que le extrañó Fernando fue volar un avión sin pasajeros y ver aeropuertos semivacios. Una de las realidades que se vive no sólo en México sino en el mundo entero. 

“Es extraño ver un vuelo sin pasajeros.Cuando nos toca descansar vamos a la parte trasera y vemos que nos falta algo. Es extraño. Nos crea una gran conciencia de la importancia de nuestros viajeros”. 

A su llegada a la Ciudad de México el capitán Fernando Dávalos Monroy cuenta que estuvo en cuarentena durante 15 días en su casa, se quedó resguardado sin compañía de su familia para evitar cualquier propagación del virus en caso de tenerlo. 

En sus 27 años volando por el cielo no le había tocado vivir ninguna experiencia similar, ahora es uno de los héroes que se puso la camiseta y cumplió su misión  convirtiéndose en uno de los pilotos del 787-8 Dreamliner, el Misionero de Paz.

.-Con información de Lucero Santiago para Periódico Viaje.

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