Por Alejandro Pulido Cayón
Inicia la veda electoral. Momento para que reflexionemos, confirmemos o cambiemos nuestro voto. México enfrenta un instante decisivo. Ya los políticos hicieron su tarea, pero todavía falta la decisión ciudadana. Aquí estamos, listos para que este domingo 1 de julio nos pongamos al tú por tú con quienes pretenden dirigir los destinos del Estado.
Va la nuestra, diría la sentencia. Es nuestra oportunidad para hacer de la jornada comicial un ejemplo de civilidad y lucha democrática. De nosotros, los ciudadanos, depende el futuro siempre que hagamos presente la voluntad de elegir a quien más nos haya convencido, a quien le creamos posee las cualidades que México reclama. Lo que después ocurra, para bien o para mal, se habrá germinado en el íntimo sentimiento de cada quien.
Son apenas unos segundos de soledad los que tendremos para hacer valer nuestra fuerza. La fuerza de un voto. Pero tras esos instantes yacen toneladas del pasado, incluso de pasado inmediato, que a partir del período de silencio resuenan en la consciencia. Hay quienes ya están convencidos, los hay que no. Ya únicamente resta enfrentarnos a las urnas, lo cual también significa afrontar anhelos, esperanzas, temores, deseos y hasta fanatismos propios o extraños.
Apenas 72 horas antes de los comicios tenemos la tranquilidad para reflexionar lo que cada uno de los candidatos representa por sí mismo y por las siglas que abandera. Se vota por una insignia y también por una persona. O se vota por un proyecto, si es que lo hay. Lo importante, se ha dicho hasta el cansancio, es salir a votar.
Nos espera una jornada dominical larga, que tendrá varias etapas. Desde la apertura de las casillas, el cierre y conteo de los votos, el traslado de los paquetes electorales sellados, el arranque del PREP y la difusión del conteo rápido hasta que, la mañana del lunes 2 de julio, se tenga una mayor claridad sobre quienes fueron favorecidos por el electorado.
Idílico escenario el que planteo. La experiencia indica que también esas 72 horas previas a la elección serán las más caóticas, intensas, espesas y con altas probabilidades de que estallen noticias arrolladoras.
Se espera una gran movilización humana y virtual: las redes sociales estarán convertidas en un verdadero Coliseo electoral. Ahí, en el importante canal de comunicación que se han vuelto, es donde debe imperar la razón sobre la emoción.
Estamos en cuenta regresiva, e insisto, corresponde a los ciudadanos dar ejemplo de civilidad, de crecimiento y estatura democrática. Va la nuestra. Digo yo nomás digo.
En Twitter: @alexpulidocayon
Mérida, Yucatán, a 27 de junio de 2012
