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Persecución y muerte

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Persecución y muerte

150112policia-vigilancia

Por José Luis Preciado

 Sobre la carretera Mérida-Progreso a la altura del entronque a Dzityá circulaba una camioneta sin la placa delantera, la policía de inmediato le hizo la señal para que se detuviera, Álvaro Cervera en lugar de obedecer aceleró el vehículo, y a partir de allí comenzó una loca carrera de más de 50 kilómetros, que terminaría cuando un balazo le quitó la vida.

Sólo los policías saben qué fue lo que pasó, eran casi las dos de la mañana cuando paró la camioneta ya con las llantas desinfladas en el último retén rumbo a Chicxulub Puerto, retén que ya no pudo brincar, para ese entonces todos los códigos de seguridad estaban activados, iban diez patrullas detrás del personaje que escapaba. 

Las redes sociales se movieron con todo tipo de comentarios, la mayoría en tono descalificatorio hacia la policía, frases como “¿No que estaba bien preparada la policía?”, “¿Así actúan los policías de Yucatán?”, “Hay otros métodos para detener un vehículo”, entre muchas más.

Sin embargo, no podemos dejar de lado la idea de que todo conductor que no acate las normas corre graves riesgos, y no precisamente con la policía, ya que puede estrellarse contra un muro, salirse de la carretera o peor aun, echarle el vehículo encima a otras personas. A esa velocidad el auto era una bala que no respetaba nada, quizás la hora evitó una drama mayor, pero supongamos que la policía no actuara y en efecto el conductor atropellara a una familia, matara a un policía, se metiera con todo y su pesada unidad a una casa donde duerme gente o muchas otras cosas que pudieran ocurrir con una conducta tan temeraria… ¿Qué diríamos de la policía? “No hizo su trabajo, lo hubieran detenido como sea”, etcétera.

Ocurrió lo peor para el conductor, algo con lo que de seguro no contaba, que un balazo lo parara en seco, de veras que es lamentable, hay policías detenidos y uno de ellos -de seguro el más nervioso- jaló el gatillo y acabó con la huida de Cervera.

No cabe duda, se trata de un conflicto ético, un policía al que le exigimos que actúe y ahora lo mandamos a la cárcel por el resultado, un conductor que no obedeció y murió por ello.

Siempre habrá quien diga que la policía hizo su papel con todo y el nerviosismo y otros que se trató de un vil crimen.

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