Se suman con éxito 4 nuevos transmisores satelitales instalados en flamencos del Caribe. Hasta el día de hoy la Fundación Pedro y Elena Hernández A.C. ha instalado 19 transmisores satelitales
En México, el proyecto de transmisores en flamencos inició a partir del año 2017 en donde se instalaron los primeros en la Reserva de la Biósfera Ría Lagartos, con el objetivo de conocer sobre el desplazamiento de la población.
Aunque se sabe de los principales sitios de distribución de la especie, su seguimiento satelital ha revolucionado los métodos de monitoreo con información precisa de sus movimientos, registrando sitios importantes y la conectividad entre el sistema de humedales no solo en México sino también con la Isla de Cuba. Como resultados preliminares se puede mencionar que durante un año se ha registrado el desplazamiento de un individuo el cual supera los 5,000 kilómetros.
Desde 2015, Fundación Pedro y Elena Hernandez en coordinación con la Semarnat y Conanp tomaron la iniciativa de conocer a profundidad el ciclo de vida del Flamenco del Caribe para poder colaborar en esfuerzos de conservación en la Península de Yucatán
Estos esfuerzos van desde programas de educación ambiental a los pobladores que habitan en el ANP, programas de control y monitoreo de fauna feral, limpieza de playas, hasta un programa pionero en la Península de monitoreo de aves.
Hoy la fundación utiliza sistemas de monitoreo de última tecnología como son los sobre vuelos aéreos con fotos en formato en ultra alta definición UHD (Ultra High Definition) a más de 1,500 pies de altura y transmisores con tecnología satelital que informan la ubicación de los individuos portadores.
Estos no serían posibles sin el apoyo de las direcciones de las Reservas Ría Lagartos, Ría Celestún, Los Petenes y APFF Yum-Balam, la población de las ANP, colaboradores científicos y empresas socioambientales como @palmar_spritz, Grupo @xcaretpark , @fundacionbepensa , @hotelriolagartos , Isisa, @salsolmx , @helptulumdogs y @distribuidoracaycer, que facilitan enormemente la ejecución de las acciones de conservación.
Fuente: Fundación Pedro y Elena Hernández
