Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, pide por los migrantes y hace un llamado para estar unidos ante un eventual retorno masivo de ellos con sus familias en México o Yucatán. Con la imposición de ceniza, la iglesia católica recuerda los motivos de la Cuaresma.

La semana pasada, el Papa Francisco decía las 4 actitudes que hay que tomar para con los migrantes, en este caso para quienes son deportados: acogerlos, protegerlos, promoverlos, darles posibilidades de autoayuda e integrarlos, para que sean parte de nuestra sociedad nuevamente.

Así es que la Cuaresma y nuestro arrepentimiento deben tener también esta dimensión: no sólo lo individual, sino también lo eclesial y lo social. Abrirnos a pensar en otros, abrirnos a pensar en nuestros migrantes, abrir la puerta de nuestro corazón, para que entren todos los que deseen entrar.

Pidámosle al Señor que vivamos así nuestra Cuaresma, como un camino de tránsito animado, pero que tiene un sentido: Respuesta a la Palabra de Dios que nos llama, respuesta a la Palabra de Dios que pide abrir nuestra puerta, respuesta a la Palabra de Dios que pide nuestra conversión al cambio de vida, pero también nos llama a interesarnos todos por todos. Que así sea.