En el Ayuntamiento de Progreso no entienden qué pasó, la obra no tuvo supervisión a pesar de que era de uso público, no una simple vivienda, se dice que el propietario del bar se fue por la libre y construyó sin permisos, una práctica muy común, hasta un ocurren las desgracias. El alcalde solo alcanzó a decir “algo se hizo mal”. Le hechan la culpa a la anterior administración, pero la actual no supervisó el trabajo.