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Los montes yucatecos se están quedando sin varias especies por la captura ilegal

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Los montes yucatecos se están quedando sin varias especies por la captura ilegal

Los montes yucatecos se están quedando sin varias especies por la captura ilegal e indiscriminada, denuncia una agrupación.— Internet, un aliado de los delincuentes

Muchos ni siquiera lo imaginan, pero hoy no es complicado adquirir en el mercado negro de Yucatán cualquier ejemplar de vida silvestre, incluso de los considerados exóticos y provenientes de otras partes del país y, por difícil de creer, del mundo.

No es un secreto: internet se ha convertido en una plataforma de operaciones de los traficantes, que en su gran mayoría logran burlar a las autoridades. Ya no tienen que recurrir a mercados y otros sitios públicos para ofrecer sus “productos”. Mediante sitios digitales, principalmente en cuentas de Facebook, los delincuentes ofrecen ejemplares de todo tipo, hasta de algunas especies en peligro de extinción.

Y entre las más devastadas están las aves de los montes yucatecos.

José Medina, responsable de Proyecto Santa María, que posee un santuario de aves en terrenos de Telchac Puerto, deplora que el comercio ilegal de vida silvestre continúe sin freno y tenga a internet como un gran aliado que permite a los delincuentes evadir la ley.

El informante, quien ha denunciado en reiteradas ocasiones esta actividad ilícita, exhibe de nuevo evidencias de una gran cantidad de páginas digitales, todas ellas administradas en Yucatán, que promueven el tráfico de especies protegidas, sobre todo con alas.

Las operaciones, explica, se pactan por la red y se concretan después en algún lugar —público, pero discreto— que no comprometa ni al vendedor ni al comprador.

Recalca que las aves canoras son motivo de gran cantidad de operaciones en internet y finalmente son vendidas en mercados periféricos, como los de San Roque —en el sur de Mérida— y de Kanasín.

En el mercado Lucas de Gálvez se siguen ofreciendo esos ejemplares, enfatiza, aunque sin mostrarlos al público para no atraer mucho la atención.

Como el narco

El tráfico de vida silvestre es uno de los negocios más redituables de ganancias ilícitas en el mundo después del narcotráfico, el contrabando de armas, la trata de personas y la falsificación de productos, y México no es la excepción. Sus ramificaciones llegan a la Península de Yucatán, que es hábitat de especies protegidas y en riesgo de extinción.

El tráfico ilegal de vida silvestre es tipificado como delito en las leyes mexicanas e involucra la extracción y el acopio, transporte, comercialización y posesión de especies de flora y/o fauna silvestre mediante la captura, caza y colecta, en contravención con las leyes y tratados nacionales e internacionales en la materia.

En el caso específico de Yucatán, entre los sitios más activos en las operaciones en Facebook están Pesca de Aves y Ventas de Jaulas Yucatán, Venta de Pájaros y Bocatrampas en Yucatán, y Aves Silvestres de Yucatán. En próxima publicación nos referiremos a otras páginas que promueven especies distintas a las aves.

El caso de los loros

Entre las “ofertas” más comunes en estas fechas figuran los loros. En los mencionados sitios digitales se puede observar gran cantidad de pequeños pericos que aún no alcanzan el plumaje completo, que evidentemente fueron sustraídos de sus nidos.

Proyecto Santa María, que cuenta con una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), indica que la venta de loros sustraídos de su hábitat natural se intensifica durante mayo porque es temporada de reproducción.

“Ante una autoridad que brilla por su ausencia, su omisión cómplice ante este delito pone a estas especies en serio riesgo de desaparecer en Yucatán”, señala la organización.

“Los traficantes son los mismos de siempre, que se ocultan en diferentes perfiles de Facebook”, añade. “Una sola persona llega a tener varias cuentas, con el fin de protegerse a la hora de cometer este acto ilegal y devastador para el medio natural”.

En algunas de esas cuentas se palpa confianza en la impunidad. Uno de los ladrones de nidos, que tiene el perfil de “Angel Chim”, publicó el viernes pasado una imagen de tres loros bebés enjaulados con la leyenda “La pesca de hoy”.

Al comentar esta fotografía, Proyecto Santa María dice: “La verdad día a día es frustrante ver que la Profepa sólo evade su responsabilidad en cuanto al comercio de loros y fauna protegida… Siguen bajando nidos y yo creo que el objetivo no sería combatir a los traficantes sino a la autoridad omisa y cómplice que lo permite año tras año. ¿Que acaso no es delito federal comerciar con estas especies protegidas? ¿Que acaso no le compete a la Profepa? ¿Que acaso si algo no funciona se debe renovar o desaparecer? ¡Ya basta!”

En otra cuenta, de Trampas Profesionales y Aves Yucatán, en el perfil de “Jasinto Pech” también se presume la leyenda “La pesca de hoy”: cardenales y otras aves en jaulas.

En otras imágenes se ven de nuevo loros pequeños, con plumaje parcial.

“Es una realidad que los montes en Yucatán se están quedando vacíos por tanta depredación”, advierte Proyecto Santa María. “Hay especies que prácticamente han sido extirpadas de los montes y otras que no resistirán más su declive. Si a esto agregamos las presiones que se ejercen sobre todas las especies por lo adverso del clima y la destrucción y fragmentación de su hábitat, pronto será mucho más difícil encontrar “rojos”, “verdines” o “atoleros”, como en su ignorancia los ladrones de nidos identifican a estas especies. Es momento de reflexionar y buscar medidas que protejan la ‘avifauna’ en Yucatán”.— ÁNGEL NOH ESTRADA

Al día capturan 350 ejemplares

Su destino: la venta para pasar el resto de sus días en jaulas

José Medina, responsable de Proyecto Santa María, un santuario de vida silvestre, ofrece estadísticas duras sobre el comercio de aves canoras en Yucatán: de 300 a 350 ejemplares son capturados cada día en la entidad de manera ilegal, con propósito meramente comercial.

Peor aún, una cantidad similar de otras especies —de las llamadas mayores— se pierde únicamente por la cacería furtiva o con fines “deportivos”. Entre las especies más afectadas están venado, temazate, pavo de monte, cojolita, hocofaisán y, eventualmente, algún felino.

En el caso de las aves canoras, explica José Medina, sus captores las ofrecen en venta mediante sitios de internet, pero también las exhiben en mercados periféricos e incluso en tianguis, como los de San Roque —en el sur de Mérida—, en Kanasín y en Villas del Oriente, este último en la carretera a Tixkokob.

Todo esto, explica el entrevistado, se hace a vista y paciencia de las autoridades. Los delincuentes saben que la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) no hace nada. Como se trata de un delito federal, esta autoridad tiene facultades para solicitar el apoyo de la fuerza pública en los tianguis, pero eso nunca lo vemos.

Actividad regulada

La Profepa hace notar que el comercio de especies silvestres y exóticas es una actividad regulada, es decir, se puede realizar de manera legal pero quienes la realizan deben estar registrados ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), tal como lo hacen tiendas de mascotas y comercios establecidos en algunos centros comerciales.

Las especies que más se comercializan de manera clandestina en la entidad son los psitácidos —perico y guacamaya, por ejemplo—, reptiles —como la boa—, primates —con el mono araña en primer lugar— y tortugas.

La Procuraduría ha admitido que mediante las redes sociales —Facebook, principalmente— se concreta una parte importante del comercio ilegal y exhorta continuamente a la sociedad a reportar cualquier indicio de tráfico de vida silvestre, a fin de que se le dé seguimiento y, de confirmarse su ilegalidad, se apliquen las medidas correspondientes. Según indica, a partir de denuncias ciudadanas han podido investigar casos de tráfico ilegal en la red e, incluso, se ha logrado “bajar” unas páginas.

Proyecto Santa María señala que, al margen de otras especies, las aves se encuentran ante condiciones especiales de vulnerabilidad, sobre todo aquellas amenazadas o con alguna categoría de riesgo en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 059 Semarnat 2010.

“Las autoridades en materia ambiental, con sus lentos procedimientos de actuación y la nula coordinación con autoridades estatales y municipales, desaniman la denuncia ciudadana y propician que los traficantes e infractores evadan la ley”, afirma la agrupación.

José Medina recalca que entre las especies sujetas a la mayor depredación en esta temporada figuran los loros, que están en la etapa de reproducción.

“Sus nidos son saqueados para poner en venta a los polluelos, principalmente en internet y en los tianguis”, explica. “Sin embargo, surge un problema porque las personas que los compran no saben cómo y con qué los deben alimentar y en muchos casos los animales se terminan muriendo”.— ÁNGEL NOH ESTRADA

Fuente: Diario de Yucatán

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