Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Lo hecho, hecho está

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Lo hecho, hecho está

190910comisarios-voto-01

Por Alejandro Pulido Cayón

Estoy convencido que cada quien hizo lo que debía en las urnas. Todos, pienso, respondimos a los dictados de nuestra conciencia, o a nuestras necesidades más apremiantes, según el enfoque con el que quieran verlo. Lo que estuvo en nuestras manos, la contribución que pudimos o dejamos de hacer en la jornada comicial, está plasmado en el sufragio.

Habrá quienes sientan que se les viene el mundo encima, habrá aquellos que se estarán frotando las manos en espera de un hueso. La gran mayoría, estoy cierto, sabe que al emitir su voto participó del triunfo de unos y la derrota de otros, sin más ánimo que el de haber cumplido como ciudadano. Lo que viene, es labor de los políticos. Nuestro trabajo ahora será exigirles que se conduzcan por los cauces de la legalidad; que cumplan lo prometido.

Sin embargo, todavía faltan etapas cruciales del proceso electoral. Estamos a la espera de que los resultados que empezaron a perfilarse en el PREP se confirmen o rectifiquen en los cómputos distritales. Cada institución electoral deberá entregar las constancias de mayoría respectivas. Vendrán las impugnaciones, posteriores resoluciones y apelaciones. Finalmente, los tribunales deberán validar o reponer las diferentes elecciones.

Quedan para el camino, y se vislumbran en el horizonte del futuro inmediato, la valoración de los logros obtenidos, de las experiencias y la indispensable renovación de las esperanzas. En este proceso electivo, a no dudarlo, se dio un súbito despertar de la juventud. Dejaron el letargo, dejaron de ser solamente unos ninis, y a partir de su organización en las redes sociales salieron a votar. Ahí están, hoy ya no son sinónimo de apatía política.

En un plano realista, queda claro que los favorecidos, salvo contados casos, lidiarán con amplios márgenes de rechazo. Quienes sean proclamados electos con votaciones terciadas, esperemos que tengan presente que una mayoría se pronunció en su contra, incluidos aquellos que se manifestaron con la anulación o el abstencionismo.

Estamos ante un México que desea renovarse, pero que también nos apremia a la reconciliación. Las urnas y los próximos días definirán la nueva geografía política, en la que viviremos los siguientes seis años. Y para vivir, sólo podremos hacerlo si nos reconocemos hermanados, plurales, respetuosos de quienes son diferentes, vaya, si nos comportamos a la altura que la democracia demanda de sus partidarios. Votamos o dejamos de votar, para bien o para mal, según cada quien lo vea.

Lo que cada quien hizo o dejó de hacer el domingo electoral, es tan sólo el inicio de lo que veremos en los próximos meses. Lo hecho, hecho está.

En Twitter: @alexpulidocayon

Mérida, Yucatán, a 02 de julio de 2012

Facebook
Twitter
LinkedIn