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Libertad, con los pechos desnudos

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Libertad, con los pechos desnudos

 

 

Repúblicas de las BananasSWITZERLAND-UKRAINE-WEF-DAVOS-ECONOMY-MEET-PROTEST

Por Eduardo Lliteras Sentíes

En los últimos años nos hemos habituado en las redacciones de diarios y medios de todo el mundo a las fotos de las mujeres de «Femen», el nombre con el que se conoce a un colectivo de jóvenes féminas ucranianas nacidas en un pueblo perdido en la geografía del globo: Khmelnitsky.

Las jóvenes aparecen con los pechos y torsos sin ropa, repentinamente, para protestar contra los oligarcas, los gobernantes, los poderosos en plazas, calles y edificios públicos de Ucrania, pero también de numerosos países donde se celebran cumbres internacionales.

Entre sus protestas no ha faltado el Vaticano y ahora la cumbre de Davos, donde se dan cita los poderes empresariales transnacionales y los gobernantes a su servicio, como Felipe Calderón; los que aspiran a sátrapas, como Enrique Peña Nieto o los que les siguen sirviendo tras bambalinas, cual obedientes y premiados siervos, como Ernesto Zedillo.

Las mujeres de Femen se han vuelto famosas por su forma provocativa de mostrarse en topless, dicen algunos, pero sobre todo por la furia de sus cuerpos femeninos expuestos a la violencia y a la acción represora de las llamadas “fuerzas del orden”.

Contemplándolas, no he podido dejar de pensar en el famosísimo cuadro de Delacroix, con la Libertad guiando al pueblo con sus poderosos senos y brazos desnudos. Óleo que tuve la oportunidad de admirar en toda su inmensa grandiosidad en una visita realizada al Louvre hace años.

El cuadro pintado en 1830 muestra a la libertad con la ondeante bandera francesa y un rifle, con la bayoneta calada, saltando sobre una barricada, entre cadáveres.

A diferencia de la poderosa libertad de Delacroix, las jóvenes de Femen son pacifistas, no arrojan ni una piedra, no son violentas, pero paradójicamente siempre son arrestadas. Y no se entiende por qué, afirma la periodista italiana Marisa Nicchi.

Comparto su punto de vista: “Hacerle publicidad a un coche con el cuerpo desnudo de una mujer es perfecto, pero si las jóvenes deciden llamar la atención en la cumbre de la gélida Davos contra el poder económico con su inconveniente estilo, entonces se ofende el público pudor (¡sic!). La forma de protestar puede gustar o no, pero en libertad”.

Sí, libertad para expresarse. Pero vemos que en estos días a los oligarcas, nobleza, Iglesia, empresas transnacionales y sus ocultos administradores y consejos de accionistas, la libertad les molesta. Bueno, siempre ha sido así, pero en particular en este momento les agobia por la reacción levantisca, alrededor del mundo, de los Indignados que ha puesto en jaque a los mismos gobiernos del norte rico y opulento, hoy en caída vertiginosa hacia la revuelta social.

Les angustia el poder revolucionario de Internet. De la web. Y con el pretexto de la defensa de sus derechos y ganancias quieren limitar, censurar, la libertad de expresión de las redes sociales, de internet. El miedo a la revuelta de las masas no anda en burro. Se llama SOPA, ACTA, la panista ley Doring. Y por supuesto, se llama moral pública. Es el milenario terror al cuerpo de las mujeres de la moral burguesa y de la Iglesia, el que exige que esté autorizado a mostrarse sólo para ser explotado. Utilizado para generar ganancias en ferias de contaminantes autos, antros o casinos. Pero nunca para exigir ¡libertad!, ¡justicia! y criticar a los poderosos de la Tierra, que tiranizan a los pueblos.

Por último, no quiero dejar de mencionar el incidente de Felipe Calderón en Guadalajara, donde un joven empresario tuvo el valor de increparlo y preguntarle que a dónde se va a ir a vivir cuando deje la presidencia. Entre aplausos de paleros funcionarios bien pagados, Felipe dijo con cinismo que tal vez en Guadalajara. Yo digo, que se va al extranjero. ¿Y Usted?

www.infolliteras.com

 

 

 

 

 

 

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