Por José Luis Preciado
Políticos vulgares
400 pares de zapatos, 300 trajes, mil camisas, propiedades en Miami, Cancún y en otras partes, viajes a Beverly Hills, Los Ángeles, Hollywood y muchas otras miserias son parte de la vida que hoy ocupa al ex gobernador del Estado de Tabasco, el priísta Andrés Granier Melo, él, su esposa, hijos y colaboradores dejaron al edén hecho un tiradero. «Para fachas las que uso en Tabasco, sólo fuera puede vestir bien»… Estas revelaciones fueron filtradas a través de programa TeleReportaje que se escucha allá en Villahermosa.
El saqueo de la arcas públicas fue total, el hijo Fabián también tenía manga ancha para hacer negocios a la sombra del gobierno. El PRI sigue cobijando a estos malandrines por razones que aún desconocemos o de plano unos se andan tapando a otros. En Puebla no pasó nada con Mario Marín «el gober precioso», en Coahuila tampoco con los hermanos Moreira, Humberto por cierto está becado por el SNTE en Barcelona, donde acude a realizar una maestría o doctorado en malas artes, hoy sabemos que en España hasta la familia de Iñaki Urdangarín hacía negocios con Calderón.
Y usted dirá ¿Sólo en el PRI? No, también los panistas saben trucos y los perfeccionan, César Nava ex presidente nacional del PAN fungía como asesor jurídico de Pemex y desde allí hizo negocios turbios y bien jugosos con Mexlub. Jaime Camil y otros más en medio de, amarres estilo Diego Fernández de Cevallos con su tráfico desde el poder. Y así podemos añadir a Elba Esther Gordillo, hoy pesa pero no por corrupta, sino por traicionar a su partido y a su presidente.
Políticos vulgares que visten de Armani, calzan de Ferragamo y siguen siendo unas miserias humanas caminando como zombies, presumiendo el expolio a todos aquellos que les hacen la corte.
Haríamos bien los medios de comunicación en tener una lista permanente de este tipo de sanguijuelas que se han chupado la sangre de los mexicanos y a cada rato recordarles que son sólo unos vulgares políticos o como decimos en Yucatán poch fresas.
Y me llama la atención cómo es que aguantamos tanto, al parecer el umbral de la indignación del mexicano no tiene techo, es infinito, escándalos tras escándalos políticos nos asombran sólo hasta que otro peor lo cubre de porquería, le damos vuelta a la página y olvidamos. Si hoy es Granier, mañana será otra miseria humana. Y aunque este país aúlle, aún nos falta ver otra camada de nuevos ricos, esos que una vez que llegan al cargo, cambian de casa, se compran un yate, coleccionan relojes, se ayuntan con modelos, adquieren caballos, autos o estrenan pistas.
