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Girando en la rueda

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Girando en la rueda

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Por José Luis Preciado.

Sólo dos horas y pico en Yucatán y es la mujer y su Día Internacional el centro de la gira del presidente Enrique Peña Nieto. Este viernes mucha gente se preguntaba ¿Por qué ya no atraen las giras presidenciales? Y salvo por los problemas viales y de seguridad que ocasionan, la gente sabe que vino el presidente, si no ni se enteraba.

Hice una pregunta a varias personas de un café y –mire que allí va la gente medianamente enterada, las horas nalga invertidas la ha vuelto informada–:

“¿Supo que vino el presidente?”, “Sí” dijeron unos, “pero ¿qué hizo o anunció?”…

Otros respondieron que no y regresaron a su tema que era el pasado carnaval y las sedes divididas. Ese era el tema.

Me tomé mi café y charlé con un amigo e hicimos el mismo ejercicio de tratar de entender por qué las giras han pedido cartel. Dividimos los aspectos negativos de los positivos:

Negativos

1. Los presidentes ya no anuncian nada que valga la pena.

2. Grandes temas como liberar recursos federales son parte de otra agenda, la agenda secreta.

3. Los políticos de hoy ya no son tema de café, ni del país.

4. Son giras de mantenimiento.

Positivos

1. Sí es muy importante esta gira, pero nosotros somos unos negativos y no hemos visto toda su utilidad.

2. Para algunas mujeres sí hubo mucho contenido y anuncios especiales.

3. Importa más lo que no se dijo –al menos públicamente– que lo oficial.

4. El género salió ganando con el nuevo Centro de Justicia para las Mujeres de Yucatán.

En los tiempos de Cervera Pacheco, los funcionarios que venían a Yucatán tenían que anunciar algo: una obra, un recurso, un proyecto. El entonces gobernante había detectado que los representantes del gobierno federal eran muy fiesteros y venían a Yucatán encantados de que les bailaran jarana, comían sus ricos tacos de cochinita o de lechón al horno, gozaban de que un poeta de esos tiempos les inventara una bomba y ya medio ebrio el funcionario se trepaba al avión y regresaba a la capital. Cervera pensó “ni uno más” y así cambió el curso de la historia del Yucatán de hoy con toda su infraestructura. ¿Esos eran otros tiempos? O ¿Qué no se supone que deberían ser mejores los tiempos de hoy?

Ojalá que estas giras no empiecen a parecerse más a las cumbres de Estado, no aportan gran cosa y sí cuestan muchísimo dinero.

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