Por José Luis Preciado
Tan sólo en Toyota, ya son más de 300 vehículos afectados por la mala calidad de la gasolina Magna, la bomba se les echa a perder –se llena de lodo–, el dueño de un vehículo de esa marca ha tenido que pagar más de 13 mil pesos por el cambio de la refacción y dejar de usar la Magna, cargando sólo Premium. Llama la atención que de estos 300 afectados, sólo cinco acudieron a la Procuraduría Federal del Consumidor –sólo cinco de trescientos–. ¿Qué pasa? Uno pensaría que hay mucho coraje por el gasto y la avería, y además se paga mucho por una porquería de gasolina y luego no hay queja. Pemex pide que le manden las denuncias para poder salir a verificar el estado que guardan los tanques, mismos que por este calor, sudan y dejan una especie de nata que luego se convierte en lodo. Otros sostienen la tesis de que son los piperos quienes con la ordeña y el trasvase le echan agua y de allí viene el problema.
En Yucatán vender gasolina parece ser un gran negocio, porque siguen abriendo cada vez más locales en varias partes de la ciudad y del interior de estado, ello a pesar de la queja de todos los vecinos, ya no hay reglas, el municipio ni las manos mete para evitar la afectación, la cosa queda en la decisión de jueces y otras tantas burlas legales de las que se valen los empresarios de la gasolina. A nivel federal se cocina una reforma que supone cambios a fondo en todo, se incluye la llegada de otros jugadores de gran calado, aquí muchos buscarán vender su paquete y dedicarse a otra cosa.