En un operativo del Ejército y la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR, con apoyo de la Policía Municipal de Valladolid, se decomisaron 30 kilos de pirotecnia en un minisúper de esta ciudad. Dos empleados del lugar, identificados como Maricruz y Luis, fueron detenidos por agentes federales.
La tienda es propiedad de los hermanos Gabriel y Braulio G. C., quienes tienen otros negocios donde venden toda clase de fuegos artificiales.
El minusuper, que se encuentra ubicado en el barrio de Sisal, fue cateado por los agentes federales y encontraron toda clase de fuegos artificiales prohibidos y al no contar con ningún permiso se les decomisaron, al igual que el dinero producto de las ventas de las bombitas, petardos, voladores, barrepies, chifladores, etc.
A pesar de que los empleados dijeron que solamente laboran y les pagan un sueldo, fueron detenidos y trasladados a los separos del edificio de la PGR.
El operativo duró alrededor de cuatro horas, tiempo en que verificaban la cantidad de la pirotecnia, que luego era pesada para después realizar las diligencias correspondientes a fin de sustentar todas las evidencias. En el cateo al negocio participó un perro de la AIC.
En el comercio también había maquinitas tragamonedas, y aunque no fueron decomisadas sí clausuraron el establecimiento.
Llamó la atención de los vecinos del rumbo y personas que pasaban por ahí, ya que cerraron las calles aledañas para evitar el paso mientras duraba el operativo.
Marlín, hermana de la detenida, al llegar y presenciar que se estaban llevando a Maricruz, comenzó a llorar y a gritarle a los agentes que los verdaderos delincuentes son los dueños, Braulio y Gabriel.
Los agentes le respondieron a la joven que puede acudir al edificio de la PGR para levantar su queja y señalar a los dueños para que se realice la investigación y su detención.
