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Amenaza en cultivos

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Amenaza en cultivos

El titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) en Yucatán, Eduardo Batllori Sampedro, advirtió sobre el riesgo a la salud de muchas familias agricultoras si continúa el uso y la comercialización sin control de plaguicidas y herbicidas altamente tóxicos y prohibidos por la ley.

Durante una conferencia en el marco de la creación de la Asociación Mexicana de Estudios del Karst (AMEK), el funcionario destacó que los efectos en la salud humana producidos por los plaguicidas tienen que ver con el cáncer de cerebro, leucemia, tumor de Wilms y sarcoma del tejido blando, además de disruptores hormonales que generan cáncer en sistemas reproductivos.

La Sequia.También ocasiona efectos neurológicos, defectos de nacimiento y cáncer de mama, cervicouterino, de piel, próstata, testículo, pulmón y asma, expuso.

El investigador apuntó que en adolescentes y niños se evidencian problemas psicológicos y cognoscitivos, leucemias y deficiente desarrollo de los órganos sexuales en la menarca (aparición del primer período menstrual) a causa de la disrupción en el sistema endocrínico.

Batllori Sampedro presentó estadísticas del número de niños y adolescentes con problemas de cáncer registrados del 2010 al 2014 en el centro oncopediátrico del Hospital O’Horán de Mérida.

Según detalló, el número de casos en 2010 fue de 44 (14 mujeres y 30 hombres); en 2011 la cifra ascendió a 49 (17 féminas y 32 varones); en 2012 alcanzó los 50 registros (25 y 28); en 2013 descendió a 38 casos (19 por género) y en 2014 la cifra bajó a 26 (12 mujeres y 14 hombres).

El titular de la Seduma señaló que un estudio realizado entre 2003 y 2004 en 100 agricultores de Muna expuestos a plaguicidas tuvo el objetivo de identificar los efectos en la salud reproductiva, tomando como indicadores el número de abortos, partos pretérmino y muertes entre sus parejas sexuales.

Los resultados se compararon con un grupo similar de la misma comunidad con la excepción de que no había exposición a plaguicidas.

El funcionario explicó que los agricultores de la comunidad de Muna utilizan una amplia variedad de plaguicidas, principalmente los organofosforados, algunos carbamatos y los derivados del dipiridilo.

“El 99% de los agricultores utilizó plaguicidas organofosforados (metamidofós, clorpirifós-etil, malatión, diazinón) y entre los carbamatos más utilizados se encuentran el metomilo y el carbofurán. El 69% de los agricultores utilizó el endosulfán”, precisó.

El investigador dijo que respecto a las parejas de los agricultores, 13 tuvieron un aborto, 15 presentaron dos abortos, seis tuvieron tres abortos y dos presentaron cuatro abortos.

“El 36% de las parejas de los agricultores ha tenido al menos un aborto y el total de abortos fue de 69, con una tasa del 13.55%”, indicó.

En cuanto al grupo no expuesto, seis de sus parejas tuvieron un aborto, lo que corresponde al 6% y la tasa fue de 1.16%.

Batllori Sampedro presentó igual un estudio realizado en la misma comunidad de Muna de 2005 a 2006 para evaluar la afectación sobre la calidad del semen y el daño al ADN espermático. “Se encontró que todos los agricultores tuvieron mala calidad del semen y el 88% de ellos tuvo daños en el ADN”.

El ponente observó que se detectó en la entidad presencia de sustancias nocivas en sangre y leche materna, producto del manejo inadecuado de agroquímicos y la venta no controlada en familias agricultoras, y que dichos productos pueden quedar en el medio ambiente por tres o cuatro décadas, con un irremediable arrastre al manto freático en época de lluvias, siendo la zona costera, la de descarga.

Fuente: Diario de Yucatán

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