Ríos de personas inundaron ayer las calles del primer cuadro de la ciudad, al grado de que los agentes de tránsito pasaron serios problemas para controlar el tráfico vehicular y peatonal, que ante la falta de espacios se vieron obligados a caminar por las arterías con el riesgo de ser atropellados.

Los más satisfechos son los comerciantes, especialmente los de las tiendas departamentales ubicadas en el primer cuadro de la ciudad, las cuales desde la semana pasada fueron invadidas por miles de personas que van en busca de regalos, ropa, artículos para el hogar y desde luego juguetes y adornos navideños.

Los comerciantes de frutas y verduras tampoco se quedan atrás, al grado de que contrataron a decenas de vendedores ambulantes que se apostaron en diferentes puntos de la ciudad, siendo las esquinas las más codiciadas y las más vigiladas por los inspectores del ayuntamiento de Mérida, quienes amenazaban a los vendedores con correrlos y hasta quitarles su mercancía si no se apostaban en los sitios donde no causaran problemas a los peatones, especialmente los vendedores de uvas, quienes están haciendo su agosto en diciembre, al vender hasta en 60 pesos el kilo de uvas, con básculas arregladas con las que venden kilo de 800 a 900 gramos.

Las tiendas de ropa y calzado, juguetes, piñatas, tampoco se quedan atrás, pues todos los establecimientos de esos giros, según se pudo observar durante un recorrido por las inmediaciones del mercado Lucas de Gálvez, estuvieron a reventar, al grado de que algunas colocaron letreros para solicitar empleados sin problemas de horarios, pues los empleados con que cuentan no se dan a basto para atender a la cantidad de clientes que acuden a ese tipo de giros comerciales.

Entre las calles más conflictivas para transitar, ya sea en vehículo o a pie, en el primer cuadro de la ciudad, está la 65 entre la 46 hasta la 62, donde los embotellamientos y los problemas de vialidad están a la orden del día. Lo mismo sucede en la calle 67, desde la 64 hasta la 50, así como en la calle 69 entre la 52 hasta la 64, la 63 entre la 54 hasta la 60, la 61 entre la 54 a la 58 y la 59 entre la 56 a la 62.

Otras calles donde hubo serios problemas de vialidad fueron la 54 entre la 59 a la 71, la 56 entre la 71 a la 59, la 58 entre la 59 a la 71, la 60 entre la 69 a la 57 y la 62 entre la 57 a la 71, la 64 entre la 69 a la 59.

Encontrar un espacio para dejar estacionado un auto en toda esa zona fue casi una misión imposible, pues cada centímetro era codiciado por los conductores que no querían o no podían dejarlos en los estacionamientos que estuvieron llenos la mayor parte del día, especialmente entre las 12 y las 20 horas.

Lo cierto es que la actividad comercial, de acuerdo con los empresarios del ramo, tanto en el centro histórico, como en las principales plazas comerciales de esta ciudad, continuarán registrándose altos índices de actividad por lo menos hasta el sábado de la semana que comienza.