La Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) ha detectado que en Mérida hay cerca de 500 basureros clandestinos ubicados en terrenos baldíos, a la orilla de carreteras y en casas abandonadas, los cuales son un foco importante de propagación de enfermedades diarreicas y las contagiosas transmitidas por mosquitos, como zika, dengue y chikungunya.
El titular de la dependencia, Eduardo Batllori Sampedro, precisó que esos lugares se dan a raíz de la necesidad de las personas por deshacerse de su basura de forma rápida y poco segura, ya que no cuentan con los correctos servicios de recolección de desechos.
Se han reportado quejas de vecinos de Mérida y de las comisarias, entre ellas Ticimul, quienes han reportan casos en que gente se ve en la necesidad de buscar medios alternativos para deshacerse de su basura, como quemarla o enterrarla, sin tomar en cuenta el daño que ocasionan al medio ambiente, y los desechos como papeles y cartón son vendidos como reciclaje.
El comisario de Ticimul, en apoyo a los ciudadanos, destinó vehículos para la recolección de basura, pero son muy pocas personas que los utilizan, pues prefieren buscar sus propios métodos.
Hay un programa de Seduma enfocado a dar tratamiento a las aguas residuales y la generación de una planta de composta, que pueda apoyar a las granjas porcícolas.
Sin embargo estos terrenos se encuentran en total abandono, y son usados por la gente para dejar su basura, sin importar infringir la ley, dejando vidrios, latas, botellas de plástico y restos de llantas, que con las lluvias se vuelven criaderos de mosquitos.
Fuente: Sipse Noticias
