Mérida, Yucatán, 1 de noviembre de 2010.- Por su contribución a la medicina en el campo de la investigación, la docencia, práctica quirúrgica e innovaciones en el ramo de especialidades, un total de 53 médicos de los siglos XIX y XX fueron homenajeados con la publicación del libro “Médicos en Yucatán”, obra del doctor Álvaro Quijano Vivas que retrata la historia de la medicina en la entidad.

La gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco, y el secretario de Salud federal, José Ángel Córdova Villalobos, encabezaron la ceremonia de presentación del libro, que reconoce a todos los médicos que con su trabajo, han convertido a Yucatán en la capital médica del Sureste.

En un total de 121 páginas en papel couché y con un tiraje de 500 ejemplares, la obra auspiciada por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), tiene como objetivo reconocer a los galenos que con su esfuerzo, incidieron en las políticas públicas, construcción de hospitales, clínicas y la conformación de la red hospitalaria a lo largo y ancho de Yucatán.

“El libro que hoy se presenta es una deferencia a profesionales de la salud que dedicaron su vida y trabajo a favor de los enfermos, la conformación del sistema de salud y asistencia pública.

“En resumen, un acto de justicia y fuente de inspiración para los lectores que, de manera sencilla, podrán conocer a los protagonistas de la historia”, afirmó el funcionario federal.

El libro de pasta dura que contiene 55 dibujos de Efrén Maldonado y aportaciones de Aurelio Pedro Guerra y datos biográficos de Jorge Mantilla, resalta a quienes con su talento y vocación de servicio han mantenido a esta entidad a la vanguardia en el mundo de la medicina.

Así, se resaltó la vida y obra de médicos como Ignacio Vado Lugo, Agustín O’Horán, Harald Seidilin, Hideyo Noguchi y Eduardo Urzaiz Rodríguez nacidos en Guatemala, Dinamarca, Japón y Cuba, que dejaron profunda huella en suelo yucateco gracias a su compromiso social.

Otros doctores abordados son Francisco Solís Aznar, Humberto Sauri, Antonio Cabrera, Raúl Cárdenas, Alfredo González, Antonio Reyes Pérez, Efraín Gutiérrez, Jesús Amaro, Alberto Rosado, Cirilo José Montes de Oca, Benjamín Góngora, Andrés Arturo Peniche, Pedro Cámara, Raúl Cárdenas y Enrique Escalante.

Completan la lista de los médicos reconocidos en la publicación: Alberto Colomé, Edgardo Medina, Carlos Urzaiz, Raúl Montalvo, Santiago Blanco, Matías Aguiar, Rolando Rodríguez, Gustavo Casares, Alfredo González, Fernando Guzmán, Ernesto Guzmán, Arturo Erosa, Francisco Antonio Laviada, Eduardo Antonio Laviada, Rubén Gamboa, Xavier Abreu, Carlos Humberto Avilés y Jorge Basteris.

Asimismo se resaltan las aportaciones de médicos como Antonio Reyes, Miguel Alberto Medina, Heberto Méndez, Roberto Quintal, Renán Alzina, Luis Alberto Navarrete Ruiz, Lizardo Vargas, Carlos Gonzalo Rosel, Alvaro Javier Vivas, Jesús Gaspar Baquedano, Judith Elena Ortega, Edgardo Jesús Martínez, José Rafael Pacheco, Gloria María Herrera, William Rosado, Luis Mario Baeza y José Luis Araujo.

En el evento, el rector de la UADY, Alfredo Dájer Abimerhi, destacó que cuando se habla de humanismo, cariño y entrega, se debe incluir a los médicos que ejercen una de las profesiones más nobles. “Con esta obra se homenajea a todos los médicos de Yucatán”, subrayó.

Al abundar en torno a los médicos reconocidos, destacó el trabajo conjunto que hizo posible la publicación que, reiteró, aborda a quienes así lo merecen.

El secretario de Salud estatal, Álvaro Quijano afirmó que los nombres aparecidos en el libro son auténticos íconos de la medicina yucateca entrañados en la vida de miles de familias beneficiadas por sus conocimientos y calidad humana, sin dejar de lado sus luchas universitarias, su esfuerzo como fundadores de instituciones educativas y de salud, sin dejar de lado su papel en la política.

“Los médicos yucatecos son para nosotros hoy, en medio de esas crisis y dificultades de las que todos los días hablamos y de las que todos los días nos lamentamos, un perenne llamado de atención sobre otros aspectos positivos de la vida en sociedad, un constante recordatorio de que se puede ser útil en el servicio, en la entrega y en el cultivo de los valores humanos”, destacó.