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El milagro de la Ermita

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El milagro de la Ermita

Por José Luis Preciado

Cuando el sueño es común, lo mejor es alinear las estrellas para poder avanzar en un gran proyecto comunitario: colocar a Tekax en el mapa de las rutas turísticas de Yucatán y de México, que se escuche fuerte el nombre de Tekax.

Así pues, como dos buenos amigos, conviven el alcalde tekaxeño Diego Ávila y el párroco, Gerardo Castillo, cada uno aporta un granito de empatía para lograr este sueño compartido y lo hacen a su manera, el párroco desde la iglesia de San Juan Bautista que data del siglo XVII, el alcalde desde el Palacio Municipal.

El milagro más reciente es el rescate integral de la Ermita en honor a San Diego de Alcalá. El mirador natural más alto de Yucatán ya se abrió a todo el público, se rescató el depósito de agua potable, por medio de un bello puente de madera que se integró al quiosco que se hallaba muy por detrás y lejano del atrio; además, la iluminación es tan llamativa que toda la ciudad de Tekax mira con orgullo a su Ermita recuperada. El pueblo lo comenta, ha sido la mejor obra.

Cabe destacar que San Diego de Alcalá es el más venerado en toda la región y allí mismo, sobre el pináculo de la Ermita, se arregló el pozo donde se encontró la imagen del santo. La historia de la Ermita de Tekax se remonta al año de 1645, en donde la tradición local cuenta que en un pozo situado en la cumbre de un cerro se apareció una imagen de San Diego de Alcalá que fue llevada a la iglesia principal; el párroco descubrió que, a media noche, la imagen del santo atravesaba las puertas… ésa es la historia o leyenda que distingue a Tekax.

Es el padrecito Gerardo

El sacerdote Gerardo Castillo Galera, nacido en Progreso, es un cura transformador, lo extrañan en la iglesia de Santa Rosa de Lima en Mérida y en Tecoh, donde dejó una iglesia totalmente distinta y rescatada. Al llegar a Tekax notó la gran oportunidad de servir, empezando por la recuperación integral del templo, haciendo de éste uno de los mayores atractivos del lugar; luego puso sus ojos en otro tesoro mágico y milagroso: la Ermita.

¿La misión está cumplida? El padre Gerardo responde que no: Nos agitan muchas cosas más, por ejemplo un teleférico o monorriel para que puedan subir los enfermos o discapacitados hasta la Ermita. Los ingenieros y el alcalde solo se rascan la cabeza pensando en qué se le va a ocurrir al cura Castillo Galera.

El alcalde y el cura son idénticos en la búsqueda por hacer de Tekax un Pueblo Mágico; uno busca ser el mejor alcalde, el otro que se sigan multiplicando los panes a través de los milagros.

Fotografía: Óscar Góngora

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