La fiesta del pavo
El mismo SAT no quiere meternos miedo, pero aseguran que ahora estarán de socios en todos los negocios, a este paso llegará el día en que nosotros los pequeños contribuyentes les entreguemos la llave del negocio y les digamos, “ya no puedo más, allí te dejo el changarro, yo me voy a suicidar”