Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

México: nadie por encima de la ley; Un sarcasmo

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

México: nadie por encima de la ley; Un sarcasmo

Por José Luis Preciado

México parece vivir una noche muy larga de pesadillas, de la que ya queremos despertar, -pero no sabemos cómo-, incluso algunas veces parece que despertamos, pero en la realidad seguimos soñando monstruos cavando tumbas repletas de huesos, salvajemente estropeados por la miseria humana.
Unos piensan que la larga noche comenzó en los tiempos de la torpe guerra de Calderón contra el crimen más organizado que el estado, otros más consideran que la noche más triste de pesadillas se viven en este gobierno de Peña Nieto, así lo piensa la influyente escritora Elena Poniatowska, dijo recientemente en Chiapas «No merecemos al presidente de la República que tenemos”. Todo empezó desde hace mucho tiempo, (incluso antes del 68, ya Sinaloa tenía una las presencia del narcotráfico), pero se fue volviendo más crudo y real en los tiempos recientes, cuando el poder y los políticos de este país establecieron alianzas y consiguieron recursos para financiar las campañas.
Casos tan aterradores como los de Iguala Guerrero, nos han hecho que la mirada mundial clave ojos de espanto ante tan aterradores dramas, muerte y desconfianza hacia las más altas autoridades, quienes se han mostrado rebasadas y poco aptas para responder. Causa extrañeza que el padre Alejandro Solalinde, ande tocando puertas en los medios de comunicación, contando lo que le han contado a el: «los estudiantes ya están muertos, los quemaron a todos, ya me dijeron el lugar, pero la PGR no quiere oír mi versión». Resulta alarmante que este gobierno ya no quiera escuchar, que voltee para otro lado, que mire otra realidad, que confunda tardanza con incapacidad, que camine sobre cadáveres y los confunda con Rosales, que nos diga que México es una tierra de paz y libertad con justicia social, cuando la violencia nos da bofetadas de realidad. No se vale administrar el dolor. La verdad aunque duela y luego vamos a buscar la gran repuesta que todos en México quieren saber: ya no nos preguntamos qué pasa, ahora, eso ya lo sabemos, a México le urge saber: ¿qué podemos hacer para cambiar?, porque si algo tenemos muy claro es que así no se puede vivir.

Facebook
Twitter
LinkedIn