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Continuidad en los bares

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Continuidad en los bares

Pretenden irrumpir en espacios reservados a honrar a Baco. Son transgresores, acaso iluminados por un extraño sueño. Es un grupo que desconoce límites y fronteras. Se alimentan de diminutos universos que recrean con sus propias apalabras.

Por Alejando Pulido Cayón.

Pretenden irrumpir en espacios reservados a honrar a Baco. Son transgresores, acaso iluminados por un extraño sueño. Es un grupo que desconoce límites y fronteras. Se alimentan de diminutos universos que recrean con sus propias apalabras. Ahora, como lo hicieran hace unos meses, los integrantes del taller literario «Hipogeo» están decididos a tomar por asalto cinco cantinas y secuestrar a sus parroquianos con exquisitas narraciones.
El selecto grupo de literatos en ciernes está liderado por Víctor Garduño Centeno, quien se ha propuesto -junto con sus secuaces- romper tabúes y hacer de los típicos bares yucatecos espacios para la lectura, sitios donde las personas con intereses distintos a la literatura tengan la opción de abrir los oídos a esta expresión artística, particularmente a la narrativa. En todo caso, harán oralitura.
«Hipogeo» es una palabra que se refiere a las construcciones subterráneas, como es el caso de las jaulas, mazmorras y demás parafernalia ubicada bajo el Coliseo Romano. El taller literario toma ese nombre, según explica Garduño Centeno, debido a que el cuento -como lo sostenía Jorge Luis Borges- tiene dos niveles: uno que es el explícito manifiesto en la anécdota; y otro no verbalizado, que subyace por debajo de la narración, el subtexto que da fuerza a la historia.
Será el próximo sábado 27 de diciembre, a partir de las 13:00 horas, cuando los integrantes de «Hipogeo» tomen por asalto con sus cuentos las barras de cinco bares. La odisea empezará en Bar Latino, ubicado en la calle 59 entre 52 y 54 del Centro Histórico. De ahí se trasladarán a El nuevo barrilito, para luego pasarse a El Porvenir y aterrizar después en La Letra.
En cada uno de esos puntos, dos cuentistas cuenteros leerán sus creaciones originales al amparo de las cervezas bien frías. Esos guerrilleros de la palabra esperan cautivar a los parroquianos, o al menos darles la oportunidad de conocer el trabajo literario que se hace hoy en esta ciudad. A final de cuentas, con sus cuentos fomentan la lectura. Tienen osadía.
Aunque, para serles sincero, los bares siempre han sido punto de reunión para la bohemia y las letras, como bien claro lo dejaron ciertos titanes de la talla de Ernest Hemingway, Charles Bukowski, William Burroughs, entre otros tantos más. Así que tampoco hay mucho de qué espantarse.
Lo mejor de esta propuesta empezará a las 17:00 horas, cuando la tropa cultural se apodere de La Taberna, en Paseo de Montejo entre 45 y 47. Será en ese punto donde, armados con sus mejores intenciones, dejarán el micrófono abierto para que las y los valientes den un paso al frente, arranquen sus inhibiciones y lean desde su ronco pecho en la cantina.
A la fecha ya cuentan con un libro colectivo de cuentos, surgido del taller. Además, han realizado lecturas formales de sus trabajos en el café La Musa y en la Facultad de Química de la UADY. Esta es la segunda vez que realizan un tour de cantinas.
Participan en «Hipogeo» Alejandra Rosario, Carlos Chuc, Joaquín Filio, Carlos Canto, Víctor Castro, Gilda Valladares, Antonio Paz, Verónica Rodríguez, Adriana Domínguez, Martha Flores, Mateo Peraza, Adrián Pat y Francisco Buenfil. Ellos nos invitan a darle a la literatura «continuidad en los bares».

En Twitter: @alexpulidocayon

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