México anuncia medidas por la masacre texana
Domingo con nueve muertos en Ohio y nueve heridos en Chicago.
A escasas horas del mortal ataque en un supermercado de El Paso, Texas, Estados Unidos vivió ayer nueva jornada de violencia con sendos tiroteos en Ohio y Chicago.
En Dayton, Ohio, el ataque se efectuó en una popular zona de ocio con saldo de nueve personas fallecidas.
El autor del tiroteo, Connor Betts, de 24 años, también resultó muerto, ya que fue abatido por la policía de esa ciudad.
Las nueve víctimas tenían entre 22 y 57 años y hasta el cierre de esta edición no se conocían detalles sobre el móvil del suceso. Betts carecía de antecedentes penales y los cuerpos de seguridad registraron su domicilio en Bellbrook, a 25 kilómetros al sur de Dayton.
“Siempre estamos buscando qué es lo que podría haber motivado un acto tan horrendo como éste”, explicó el número dos del cuerpo local de Policía, Matt Carper.
En Chicago, al menos nueve personas resultaron lesionadas la madrugada de ayer en dos eventos de violencia en el que no hubo muertos. En el primero, un hombre a bordo de un vehículo accionó su arma contra un grupo de personas y después hubo nuevos disparos en otro sector contra dos mujeres que estaban en una calle.
En relación con el tiroteo del sábado en El Paso, el número de mexicanos fallecidos se elevó a siete. Patrick Wood Crusius, autor del ataque, confesó que quería disparar a tantos mexicanos como fuera posible, según reveló la cadena ABC News.
También se informó de la existencia de un manifiesto atribuido a Crusius en el que señala la “invasión de hispanos” como razón para perpetrar su ataque en el Walmart cercano al centro comercial Cielo Vista.
Estados Unidos investiga el tiroteo de El Paso como un caso de “terrorismo doméstico” y “delito de odio”, indicó John Bash, fiscal federal para el distrito oeste de Texas.
“Vamos a hacer lo que hacemos a los terroristas en este país, que es ofrecer una justicia rápida y segura”, agregó.
El gobierno de México anunció ayer que buscará extraditar al atacante por cargos de terrorismo y planean tomar acciones legales contra quien le vendió el arma.
