Por Ma. Isabel Juárez

Cada día nacen nuevos rincones por conocer en nuestra vasta península. Apuesto que los creadores se despiertan con ideas y sueños para ponerlos en práctica, y sin duda, ¡a Selva Maya la soñaron desde hace tiempo!, pues lleva años sintiendo cómo crecen las raíces de sus árboles, cómo la fauna endémica se alimenta de sus frutos, y cómo se ha formado un gran y respetado ecosistema.

Una dosis de adrenalina

En esta ocasión, fuimos a Selva Maya para conocer las tirolesas, subiendo más de 30 metros, en las tres torres que conforman el circuito que cruza prácticamente todo el lugar. 

Nos prepararon con equipo profesional e indicaron cómo funciona; ya instruidas, caminamos con los guías a través de senderos y empezamos a subir y subir… a medio camino estábamos sin aire y nos dejaron tomar un respiro. ¡Una vez arriba la vista es impresionante! Pudimos apreciar las torres de la iglesia y se ve claramente la planicie en su totalidad, el aire es fresco a pesar de estar con muchos grados (recomendamos usar bloqueador solar); realmente disfrutamos de lanzarnos al aire como pájaros, ¡es tan seguro que puedes ir de cabeza y los brazos extendidos! Ellos le dicen “Vuelo Papantla”.

Una vez abajo corrimos al hermoso cenote Saamal y su cascada, un oasis de frescura donde su belleza es apreciada de día y de noche, ya que puede ser el escenario ideal para una velada romántica (previa reserva). 

Lo mejor para el paladar

La vida de Selva Maya fomenta la sustentabilidad, al contar con los tradicionales Ka’anche’: huertos elevados del piso (para evitar las plagas) donde siembran muchos de los insumos utilizados en la cocina para preparar los platillos y las bebidas frutales que se ofrecen en el buffet, ubicado en el antiguo casco de la ex hacienda ganadera. Este proyecto tiene ya cuatro años y es supervisado por el experto Don Lucio, quien hoy produce prácticamente de todo: chaya, cilantro, lechuga, rábano, acelgas, menta, calabaza, plátano, papaya, chile habanero, chile xcatik, cítricos, guayaba, mamey, ¡y más! 

Asimismo, en los salones del patio central encontrarás una gran variedad de souvenirs, licores, artesanías, accesorios, ropa y productos locales, como joyería de oro y plata, no sin antes beber los famosos cantaritos con tequila o los coquitos fríos con ron, vodka o ginebra en el bar “El Tucán”.

En la Tequilera Reyes encuentras el tequila Jefe Reyes. Provenientes de la zona de Los Altos, Jalisco, ofrecen productos completamente artesanales como tequila blanco, reposado, añejo, extra añejo y edición especial reserva de la familia; además de licores hechos a base de tequila. Aquí te muestran los procesos de elaboración, usos y maridajes de todas las variedades de la bebida, más degustación completamente gratis.

En suma, te garantizan una experiencia inolvidable en un lugar ideal para apreciar la naturaleza, volar en las tirolesas, nadar en el cenote, comer delicioso, endulzar el paladar con sus postres y antojitos del kiosco, y saborear un cóctel con frutas o una helada cerveza. Por eso, Selva Maya, es el destino favorito de Valladolid: ¡la aventura de vivir! 

¿Se animan a visitarlo pronto?

Se ofrecen tres diferentes paquetes: 
★ Básico, incluye el acceso al cenote, senderismo y buffet.
★★ Aventura, incluye nado en cenote, senderismo, bicicletas y circuito de tirolesas.
★★★ Premium, incluye acceso al cenote, senderismo, bicicletas, circuito de tirolesas y buffet.