Por las altas temperaturas y las lluvias hay un incremento del 26.4 % de casos de enfermedades diarreicas respecto al año anterior, aunque autoridades del sector salud afirman que el problema permanece dentro de los parámetros normales.
De acuerdo con el Departamento de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud en la entidad, hasta la semana epidemiológica 25 se tenía registrado un acumulado de 95 mil 846 casos de enfermedades diarreicas agudas, lo que representa un aumento del 26.4 por ciento con respecto al mismo periodo del 2016, cuando se presentaron 75 mil 5 casos.
Sin embargo, las autoridades del sector salud señalaron que no hay algún brote de diarrea o algo por el estilo en la entidad y que si bien hay un aumento se debe al incremento en las temperaturas principalmente, ya que el clima cálido hace que se incrementen estos padecimientos.
De acuerdo a diferentes fuentes, se ha incrementado de manera considerable el número de consultas por enfermedades diarreicas en los diferentes servicios de salud y principalmente en pequeños.
La diarrea es una enfermedad que afecta al intestino, se caracteriza por un aumento en el número habitual de evacuaciones (excremento), éstas suelen ser muy aguadas o líquidas, puede haber moco o sangre y las niñas y niños pueden tener calentura o vómito.
Generalmente se auto limitan, es decir, no requiere de medicamentos para curarla; sin embargo, si no se trata a tiempo, la persona se puede deshidratar.
La diarrea es una enfermedad causada por virus (causa más frecuente), bacterias y parásitos que se encuentran en los alimentos contaminados, descompuestos o porque no nos lavamos las manos antes de comer.
La Secretaría de Salud señala que si se presenta alguno de los siguientes signos o síntomas, están ante un cuadro de diarrea: Más de tres evacuaciones aguadas o líquidas en 24 horas o en número mayor al patrón habitual de los menores. Puede o no presentarse vómito; puede haber fiebre y mal estado general.
Medidas de prevención
Entre las medidas de prevención está lavarse las manos antes de preparar, manipular o comer cualquier alimento y después de ir al baño o de cambiar pañales a un bebé. Después de toser, estornudar o sonarse la nariz o al llegar a casa, trabajo o escuela.
Además, se recomienda utilizar agua embotellada, hervida o desinfectada para beber y /o preparar los alimentos.
Lavar y desinfectar verduras y frutas con agua clorada o plata coloidal antes de consumirlas. Consumir alimentos preparados que estén bien cocidos y calientes al momento de servirse.
Revisar que los pescados, mariscos y carnes rojas estén frescos para evitar una infección intestinal.
Evitar consumir alimentos en la calle, ya que el polvo los contamina y el calor los descompone rápidamente.
En caso de diarrea se recomienda el consumo de suero y acudir inmediatamente a la Unidad de Salud más cercana, para recibir atención médica
