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Explican peligros de la rabia

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Explican peligros de la rabia

290212perro-rabiaMérida, Yucatán, a 23 de septiembre de 2013.- El 28 de septiembre es el Día Mundial de la Rabia por lo que el doctor Eulogio Pérez Peniche, médico epidemiólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Yucatán indicó que es una infección viral mortal que se propaga principalmente por medio de animales infectados, a través de saliva infectada que penetra en el cuerpo a través de una mordedura o un corte en la piel.

El virus viaja desde la herida hasta el cerebro, donde causa una hinchazón o inflamación, la cual provoca los síntomas de la enfermedad.

El período real entre la infección y cuando una persona se enferma (llamado período de incubación) varía entre 10 días y siete años, pero el promedio es de tres a 12 semanas; además de que depende de la magnitud de la herida, el sitio de la laceración en relación con la cantidad de nervios y la distancia del cerebro y la cantidad de virus introducidos.

Ataca a casi todos los mamíferos, aunque actualmente el perro es el transmisor más frecuente, prácticamente todos los mamíferos son susceptibles a la rabia, incluyendo las vacas, cerdos, zorros y murciélagos.

Los síntomas pueden abarcar: babeo, convulsiones, sensibilidad exagerada en el sitio de la mordedura, excitabilidad, pérdida de la sensibilidad y  de la función muscular, fiebre, espasmos musculares, entumecimiento y hormigueo, dolor en el sitio de la mordedura e inquietud. El hombre, a la inversa del perro, se torna hidrofóbico (sufre espasmos violentos cuando ve o trata de beber agua).

En el perro, el más común de los transmisores, la rabia se manifiesta inicialmente provocando una alteración en el comportamiento del animal. Un perro dócil puede volverse agresivo y hasta morder al dueño o animal que se le aproxime; en tanto que uno de carácter bravo, puede mostrarse triste y mansito.

Estas alteraciones corresponden siempre a una de las dos formas de la enfermedad: la furiosa y la muda. Frecuentemente, el perro presenta los dos tipos de manifestaciones: en la forma furiosa, además de la agresividad inesperada, el perro se muestra inquieto, casi no descansa, es atacado por alucinaciones visuales, su ladrido se vuelve ronco y va acumulando gradualmente una baba en las comisuras de la boca.

Como sufre una alteración en el gusto, trata de comer cosas absurdas, como piedras o tierra; camina al azar, atacando y mordiendo a hombres y animales. Después de esto, la enfermedad puede matarlo, si esto no ocurre, es atacado progresivamente por la parálisis y convulsiones, que culminan con la muerte entre el cuarto y el séptimo día; raramente puede llegar al décimo día.

En la rabia tipo mudo o paralítica, el perro al principio parece estar muy triste, aunque se muestre agitado y camine sin parar de un lado a otro. El gato rabioso, por su parte, generalmente busca reposo y oscuridad.

El hombre recibe el virus de la rabia a través del contacto con la saliva del animal enfermo. Esto quiere decir que no necesariamente debe ser mordido: basta que una herida, rasguño profundo o quemadura en su piel entren en contacto con la saliva del animal rabioso; tanto en el hombre como en los animales, cuando los síntomas del mal se manifiestan, ya no hay cura posible.

La vacuna antirrábica se administra a las personas que hayan estado en contacto con un animal que pueda tener rabia o hayan sido mordidos. Hasta la fecha, representa el único tratamiento efectivo para la rabia.

Si sufre de una mordedura de algún animal que puede ser transmisor de rabia, trate de reunir toda la información posible sobre el mismo y llame a las autoridades locales del servicio de control de animales para capturarlo de manera segura. Si hay sospecha de rabia, se vigilará al animal en busca de signos de esta enfermedad.

Para ayudar a prevenir la rabia, evite el contacto con animales que no conozca, vacúnese si trabaja en una ocupación de alto riesgo o viaja a países con una alta tasa de esta enfermedad; además de vacunar a sus mascotas contra el virus en las campañas de vacunación antirrábica que se realizan al año.

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