Por Eduardo Lliteras Sentíes.
Nadie dijo en el INAIP que hubo irregularidades en la selección de 13 profesores de la Unidad Académica o Prepa 3, afirmó el consejero Miguel Castillo. En efecto. En días pasados, en declaraciones a los medios, el rector de la Universidad Autónoma de Yucatán, Alfredo Dájer Abimerhi, afirmó que para dicha institución educativa no es una obligación sino una convicción atender las
peticiones del INAIP.
Sin embargo, hasta ahora la UADY no ha proporcionado las calificaciones que recibieron las personas que fueron seleccionadas para ser maestros de la Prepa 3.
De hecho, como explicó Miguel Castillo, en un primer momento la UADY no quiso entregar dicha información y sólo posteriormente admitió que no se les aplicó examen a los 13 agraciados con una plaza en la Prepa 3.
Un ciudadano solicitó dicha información y el INAIP en cumplimiento con la solicitud ha pedido a la UADY responder, misma que hasta ahora sólo ha reconocido que no les aplicó examen sino que fueron entrevistados los seleccionados.
Sin embargo, ahora el solicitante de la información pide que se proporcione el método a través del cual fueron evaluados dichos maestros. Hicimos una selección muy meticulosa. Aplicamos un examen de conocimientos y pruebas psicométricas a los casi 700 aspirantes, añadió el rector de la UADY, quien también acusó al solicitante de la información de no conocer el proceso, el estatuto y el reglamento de la casa de estudios y que por ello, puntualizó Dájer Abimerhi, cree que se debió concursar la plaza.
No cabe duda que para salir de malos entendidos y de dimes y diretes la UADY simplemente debe proporcionar la información que dice que no se niega entregar, pero que no entrega. La transparencia es un derecho de la ciudadanía y una exigencia ineludible. Máxime, cuando se trata de recursos públicos. La UADY, no puede, ni debe mantenerse al margen. No hay justificación para no informar, con
claridad, cuál es el sistema, método, mediante el cual fueron elegidos los maestros de la Prepa 3.
Aclararlo, es lo necesario. Sin más dilaciones ni declaraciones retóricas.