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Thriller y sátira política

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Thriller y sátira política

ALUCINE

 

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Por Alejandro Pulido Cayón

 

Una de las genialidades del cine en Hoollywood, son sus películas de alto contenido político que revelan entramados ocultos, en los que muestran una aproximación desde la ficción sobre lo que es la guerra del poder tras bambalinas.

En ese sentido, son dos las cintas que vale la pena comentar, dentro del actual contexto electoral.

La primera de ellas, para ser un tanto más objetivo, podría ser «The Contender», protagonizada por Joan Allen, Gary Oldman, Jeff Bridges, Christian Slater y William Petersen, en los roles protagónicos.

La acción transcurre en los pasillos de la Casa Blanca, tras los telones de lo que la gente, la opinión pública es incapaz de ver.

El escenario que plantea la película, implica la muerte del vicepresidente, justo antes de que concluya el primer mandato del entonces presidente demócrata (interpretado por Bridges), lo cual obliga a que el mandatario nombre un sucesor al cargo, que, a final de cuentas, será su compañero de fórmula en las elecciones para el segundo período.

Inmerso el argumento en el referido entorno, el presidente elige como su candidato a la senadora Laine Hanson (Allen), quien goza de las simpatías del electorado y el apoyo del ejecutivo estadounidense.

Sin embargo, el presidente del comité para que se confirme el nombramiento, Shelly Runyon (Oldman), de extracción republicana y conservador, pretende imponer a su candidato: el gobernador Jack Hathaway (Petersen), pues recientemente habría cometido un acto heroico mientras pescaba, además de que cumplía con el perfil de las necesidades para la agenda del Partido Republicano.

La lucha detrás de los micrófonos y los medios de comunicación, desvela una guerra sucia para desacreditar la integridad de la candidata del presidente; para ello, los conservadores republicanos recurren a la descalificación moral de Laine Hanson, mediante el chantaje y la exhibición de prácticas adolescentes de la candidata, en las que se le acusaba de ciertos excesos sexuales, que ante la opinión pública serían devastadores.

Cuando la aprobación del comité parecería que la rechazaban, el ficticio presidente llamó al senador Runyon a sus oficinas, y en una jugada maestra, demostró que el supuesto acto de heroicidad cometido por el gobernador que postulaba el republicano, fue un montaje, lo cual destrabó las negociaciones y le dio un final feliz a la película, en la que se impuso, a través de la negociación dura, la voluntad del presidente, en contra de los vicios de los republicanos.

«The Contender» ganó varios premios internacionales por su calidad, y permitió vislumbrar los entramados y juegos de poder que se dan a espaldas de los medios de comunicación.

La segunda película que considero interesante comentar es «Wag the dog» (literalmente: el perro que se muerde la cola), con un elenco multiestelar encabezado por Robert de Niro y Dustin Hoffman.

Este filme empieza en los sótanos de la Casa Blanca, cuando en medio de una crisis política en la que se metió el presidente, llaman a Conrad Brean (De Niro), un especialista en «control de daños».

Éste idea una estrategia para desviar la atención sobre el presidente, quien tuvo relaciones con una jovencita en el Salón Oval, y para ello «inventa una guerra».

Con ayuda de un magnate y productor de Hollywood, encarnado por Hoffman, reproducen en los estudios y con ayuda de efectos especiales todo lo relativo a un bombardeo y demás parafernalia que implica la atención de los estadounidenses a fin de preservar la paz en el mundo, ya saben, los gringos tienen complejo de policías cachetones.

Hacen todo el entramado de la guerra, a la que ponen atención los medios de comunicación, y se olvidan del verdadero problema, que la Casa Blanca estaba manchada por la deshonra de un presidente calenturiento (algún parecido con Clinton es pura casualidad).

Con esa estrategia mediática, «Wag the dog» propuso una manera de hacer cine sarcástico sobre la política.

Lo demás, son cuestiones de la vida real, de las que nosotros, simples mortales, sólo podemos sacar conjeturas.

Recomiendo que disfruten ambas: «The Contender» y «Wag the dog», con ello mirarán de diferente forma los entramados del poder.

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