Tinum, Yucatán, a 06 de junio de 2013.- La voz del caracol y el sonido del tunkul recibieron a los visitantes. Guiados por la música de los ancestros mayas y las danzas que evocaron el esplendor de la morada de los Itzáes, se dirigieron al centro de la explanada donde el Castillo de Kukulcán atestiguaría el encuentro entre el Presidente de China, Xi Jinping, el de México, Enrique Peña Nieto.
Antes de retirarse de esta metrópoli maya, Peña Nieto mencionó que se esperan buenas noticias para afianzar proyectos en materia de infraestructura, tecnología e industria automotriz con el país oriental.
«Queremos encontrar beneficios mutuos. La divisa es que ambas naciones ganen. Parte del esfuerzo que hacemos están dirigidos a elevar la competitividad para estar a la altura de mercados tan demandantes como el de China», acotó.
Junto con sus esposas, Peng Liyuan y Angélica Rivera de Peña, así como secretarios de Estado, los funcionarios admiraron la Plaza de las Mil Columnas, la Plataforma de Venus y el edificio de Juego de Pelota, lugar que enmarcó una representación alusiva a este ritual.
Durante la visita que se prolongó más de una hora, los mandatarios observaron la imponente pirámide, escenario de los equinoccios de invierno y primavera, y una de las siete maravillas del mundo moderno.
«Qué mejor espacio para sellar este acuerdo de buena amistad, de buena relación entre México y China, que aquí en esta belleza que México proyecta al mundo y además con una gran coincidencia, siendo dedicado este templo a la serpiente. El Presidente me decía que en el calendario chino él tiene el signo de la serpiente y eso es una señal del futuro promisorio entre México y China», expresó el titular del Ejecutivo federal en breve entrevista a los medios de comunicación.
Flanqueados por integrantes de sus respectivas comitivas, los presidentes caminaron hasta llegar al Templo de los Guerreros y tras escuchar la explicación proporcionada por el encargado del proyecto de Chichén Itzá, José Huchim Herrera, que refirió que dicha edificación es un homenaje a los hombres más valientes de la desaparecida comunidad de los Itzáes, se dirigieron a uno de los costados del Templo de Kukulcán.
En ese sitio, parejas ataviadas con el traje regional -guayabera, paliacate rojo y sombrero para los hombres y ternos multicolor en punto de cruz, para las mujeres- hicieron gala de su talento en «La danza de las cintas», propiciando el aplauso de los asistentes al ver el tejido que con ritmo formaron.
Los acordes de la Banda de Música del Estado dieron vida a la jarana «Aires del Mayab», que marcó la conclusión de esta visita, donde más de 380 artistas dieron muestra de la riqueza cultural que prevalece en Yucatán.
Estuvieron presentes en el recorrido, Claudia Ruiz Massieu, secretaria de Turismo; Jorge Carlos Ramírez Marín, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Relaciones Exteriores; Rafael de Tovar y de Teresa, director del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes; y Sergio Raúl Arroyo García, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
También asistieron Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación; así como el gobernador, Rolando Zapata Bello, y esposa, Sarita Blancarte; además, el senador Emilio Gamboa Patrón y Francisco Pérez Rico, Comandante de la IX Zona Naval.
