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Empresarios piden IVA generalizado

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Empresarios piden IVA generalizado

dineroMérida, Yucatán, a 05 de junio de 2011.- La Fundación Sí Podemos, A. C., organismo que agrupa a más de 300 empresarios del centro del país y que se ocupan en diferentes ramas de la actividad económica, realizan una campaña nacional para dar a conocer la propuesta que fue enviada al Congreso de la Unión y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el sentido de eliminar tanto el ISR y el IETU y proponer un solo impuesto generalizado, es decir un IVA que vaya entre un 20 y un 23 por ciento.

Con ello, sostienen los empresarios, se elevaría la recaudación fiscal, el PIB crecería a una tasa de 8 por ciento anual, se incrementaría la base gravable del país, las opciones de inversión y empleo en México serían una garantía para todos, además de que se abatiría el ambulantaje y la piratería, en gran medida, que son males económicos de México y del Estado de Yucatán.

La propuesta de los empresarios, que fue presentada a las instancias legislativas y de la SHCP por la Fundación Sí Podemos, incluye eliminar el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), ya que en lugar de incrementar los ingresos fiscales gubernamentales en la realidad a mediano plazo ha limitado la recaudación y provocado la evasión de una manera importante.

Este impuesto, que defiende la Secretaría de Hacienda como un gravamen que reduce la evasión del Impuesto Sobre la Renta (ISR) e incrementa los ingresos fiscales, si desaparece permitirá al gobierno en pocos años incrementar hasta en un 50 por ciento la recaudación fiscal, siempre que también el ISR sea eliminado y sustituido por un solo impuesto al consumo, como el Impuesto Único a la Venta Final (IUVF) o el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

En conferencia de prensa, el presidente de la Fundación Sí Podemos, Jacques Bardavid Nissim, quien es analista fiscal y escritor, habló ampliamente de las propuestas fiscales que ya han tenido respuestas positivas y que de implementarse, dijo, tendrán una repercusión favorable para la sociedad en su conjunto, para los empresarios y para la base trabajadora en general.

El empresario realiza una gira de trabajo por Yucatán para reunirse con empresarios y políticos de la entidad, además de que fue invitado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Delegación Yucatán, para dar una conferencia magistral sobre las propuestas fiscales de la Fundación,

Explicó que en la Ley de Ingresos de la Federación para el 2011, el IETU está presupuestado para contribuir sólo con el 4.1 por ciento de la recaudación total de impuestos, pero su efecto desincentivador del desarrollo económico formal es mucho mayor.

Por ello, insistió en que el mecanismo ideal para recaudar más y al mismo tiempo alentar la formalidad así como el crecimiento acelerado de las empresas, del empleo y de la economía en general, es a través de un sólo impuesto al consumo como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) generalizado a una tasa de entre 20 y 23 por ciento.

Dicho esquema, sostuvo, ya sin la carga para la sociedad del ISR y el IETU, no sería inflacionario ni regresivo, además de que atraería inversiones productivas caudalosas de otros países y podría convertir a México en una verdadera potencia mundial con oportunidades abundantes de empleo y progreso económico para todos los mexicanos.

El propósito más importante que debe regir la estrategia fiscal de un país es el crecimiento económico y la generación de empleos, pues ello trae como consecuencia natural el incremento en la tributación, aseveró.

El IETU es un impuesto que tiene precisamente el efecto contrario por varias razones:

Para crecer, dijo, una empresa o un emprendedor deben crear flujos positivos de dinero. Entre más grandes éstos mayor el potencial de crecimiento y de generación de empleos. Pero el IETU castiga con el 17.5 por ciento los flujos netos y castiga la buena administración que los genera.

El IETU también penaliza el ahorro necesario para reunir los fondos que permiten adquirir bienes de producción como maquinaria, pues el dinero que el contribuyente percibe y no gasta en el mismo mes, es gravado inmediatamente con este Impuesto. Lo más grave es que las inversiones productivas no realizadas por el desincentivo del IETU al ahorro, se convierten en plazas de trabajo directas e indirectas no creadas, lo cual contribuye al desempleo en el país.

Una economía sana requiere que el dinero circule, pero el IETU desalienta esa circulación económica cada fin de mes, pues cientos de miles de contribuyentes no desean cobrar lo que ya no pueden gastar en el mismo mes ya que sus proveedores, a su vez, no desean recibirlo.

El IETU se hace pasar como un impuesto relativamente benigno, ya que no es progresivo como el ISR, es decir, es a tasa fija. Pero a diferencia del Impuesto Sobre la Renta, que se toma en cuenta al calcular los impuestos sobre dividendos, el IETU pagado no se considera para tal efecto y en realidad se convierte en una doble e injusta tributación.

Bardavid Nissim refirió que este impuesto, sumado al resto de nuestra la normatividad fiscal, desalienta la inversión, el emprendimiento y la economía formal.

Ante lo señalado, concluyó, no es de extrañar la dificultad para crecer económicamente y para alentar el emprendimiento en la formalidad.

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