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Eliminan secretarías para justificar aumentos

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Eliminan secretarías para justificar aumentos

República de las Bananas

agustin-carstens-secretario-de-haciendaPor Eduardo Lliteras Sentíes
Insuficiente y tardía. La eliminación de tres secretarías por parte del
gobierno Federal, anunciada por Felipe Calderón y el aumento a los programas asistencialistas, llegan demasiado tarde. 
A reserva de conocer la verdadera envergadura de la eliminación de
burócratas, ya que muchos podrían terminar en otras dependencias, el recorte se antoja poca cosa aunque es un primer paso fundamental, que se debió de haber tomado al inicio del actual gobierno, el que se ha revelado una auténtica catástrofe para la inmensa mayoría de los mexicanos. La reducción de un 10 por ciento, de los salarios de los altos funcionarios, es también una nimiedad: prestaciones, un mayor recorte al sueldo de hasta al menos un 50 por ciento y otros gastos podrían ser realizados; si no, estamos ante pura propaganda
Obnubilados por la borrachera de los excedentes petroleros y la indiscutible incapacidad, el gobierno Federal aumentó el gasto sin control y se vivió en el despilfarro.
Lo mismo ocurrió con los gobiernos estatales y municipales así como con el anterior gobierno foxista, al que se le deberían fincar responsabilidades.
Ahora, después de haber desperdiciado, mal gastado y desviado recursos en corruptelas, el gobierno Federal busca justificar los aumentos generalizados que programa en todo: celulares, medicinas, alimentos, combustibles, más impuestos, eliminando tres secretarías.
En efecto. El señor Catarrito (Agustín Cartens) en su paquete económico propone crear un nuevo impuesto de 2 por ciento a los ingresos derivados de ventas en cada etapa de la cadena productiva.Además, busca aumentar temporalmente el Impuesto Sobre la Renta (ISR) para personas físicas y morales de 28 a 30 por ciento, incrementar el tributo sobre los depósitos en efectivo y aplicarlo a los de menor monto.
En su plan también propone mayores impuestos para el tabaco, la cerveza, otras bebidas alcohólicas, juegos y apuestas y a las telecomunicaciones (celulares e internet).Nos dicen: el gobierno se ajustó el cinturón, ahora toca a la ciudadanía; esto lo señalan los senadores panistas (como es el caso de la senadora Beatriz Zavala) quienes no tienen vergüenza para exigir otro apretón de cinturón a la ciudadanía sin trabajo, en la miseria, extenuada por el hambre, que mal sobrevive en la desesperación con los salarios mínimos.
El anuncio de la ampliación de los programas asistencialistas, que en
realidad son limosnas o migajas para intentar evitar que los pobres del país salgan a las calles a saquear panaderías y supermercados, simplemente no resuelve el creciente número de pobres y desigualdad que nos tiene ya al borde de un estallido social.
Los relevos en el gabinete presidencial son otra muestra de que el gobierno Federal no hace modificaciones de fondo, sino más bien maquillaje y propaganda.
La política económica del país debió haber sido modificada hace mucho tiempo. Se sigue privilegiando a los grandes grupos transnacionales y a los conglomerados mexicanos que gozan de privilegios fiscales suficientes para tapar el agujero presupuestal (se habla de una cifra que sobrepasa los 500 mil millones de pesos).
Las modificaciones de fondo no llegan y las maniobras son eso: propaganda para exigir a la población mayores sacrificios para sostener a un gobierno incapaz e insensible, que ahora nos bombardea, al igual que el candidato Televisa, Peña Nieto, a través de los medios electrónicos, día y noche.
www.infolliteras.com, il: llitsen@libero.it

 

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