Mérida, Yucatán, a 09 de agosto de 2010.- Yucatán lleva ya tres años en desacato porque desde 2007 no se ha expedido la ley sobre los derechos y cultura del pueblo maya, manifestó la diputada Lízbeth Medina Rodríguez.

La legisladora panista pidió también a sus compañeros en la sesión del Pleno del Congreso que vean la realidad de las comunidades rurales e indígenas, ya que muchas aún no cuentan con los servicios mas elementales, como son el agua potable y la energía eléctrica, y lo peor aun sin una unidad o modulo de salud, ambulancia o medico que les brinde ese elemental derecho.

Al intervenir en el punto de asuntos generales, la diputada panista indicó que deben ser una prioridad en esta Legislatura los derechos sociales y económicos, los relacionados con la salud, educación e impartición de la justicia de la población indígena.

Señaló que incluso los ministerios públicos se deben “sensibilizar” y capacitar a su personal en materia de perspectiva de género y derechos indígenas, así como detectar y erradicar la violencia hacia las mujeres, niñas y niños.

Manifestó que hay desigualdad de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres, lo cual debe hacer reflexionar a los legisladores y unirse para desarrollar acciones comunes que conlleven a una mejor participación para abatir el rezago y la desigualdad y hacer de lado los obstáculos que no permiten avanzar en los diversos niveles: comunitario, municipal, estatal, nacional e internacional.

Señaló que los derechos políticos y sociales de las mujeres indígenas de México y, por supuesto, del Estado Yucatán, merecen la atención y compromiso de los diputados.

—Los legisladores no podemos pasar sin pena ni gloria (su período como diputados) pues representamos a un Estado con  necesidades y esperanzas y con desigualdades pero también con la confianza que han depositado en nosotros, en su mayoría profesionales del derecho —indicó–. También debe ocuparnos garantizar la calidad de vida, la igualdad de oportunidades y privilegiar los derechos políticos y sociales de los indígenas, principalmente de nuestro Estado.  No podemos permitir que en pleno siglo XXI las mujeres indígenas sean sinónimo de ignorancia, injusticia y desigualdad.

Dijo que en México poco menos del 12 por ciento de su población habla lengua indígena y de ésta el 50.6 por ciento son mujeres y el restante 49.4, hombres.