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Xiol, asentamiento maya en Kanasín, con importantes hallazgos

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Xiol, asentamiento maya en Kanasín, con importantes hallazgos

Una estructura de estilo Puuc correspondiente al periodo Clásico Tardío, entre 600-900 d.C., se constituye hasta ahora como el hallazgo arqueológico más destacado del asentamiento maya prehispánico de Xiol, en el municipio de Kanasín, donde desde hace cuatro meses personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lleva al cabo labores de exploración y consolidación de varias estructuras.

Además de la consolidación de estas estructuras, dentro del terreno de 19 hectáreas donde se realizan los trabajos, propiedad de un particular y donde se levanta un complejo de naves para bodegas, se encontraron 38 entierros con sus respectivas ofrendas, todos de adultos y con diversos grados de conservación, rocas talladas, navajillas de obsidiana, ollas, vasijas, platos trípodes, perfumeros, puntas de flecha y lanza, entre otros objetos.

Eduardo López Calzada, delegado del INAH en Yucatán, y el arqueólogo Carlos Peraza Lope, encargado del proyecto, realizaron un recorrido por el lugar para conocer dichos hallazgos y hablar de la importancia de los mismos como fuente de información para el estudio de la civilización maya.

 

“Espíritu de hombre”

Xiol, que significa “espíritu de hombre” en maya, se ubica a dos kilómetros de Kanasín, a 10 de la capital yucateca y a uno de la hacienda Xiol, de la cual tomó su nombre y está asentada en un despoblado a la orilla de la carretera Mérida-Mayapán.

No es un sitio desconocido por el INAH, de hecho algunos fragmentos de estructuras están a la vista, pues quedaron ahí colindantes con los derechos de vía cuando se realizaron las obras de ampliación de la carretera, pero en ese entonces no se poseía información más allá de lo evidente.

Hace cuatro meses, a solicitud de la empresa propietaria de los terrenos, se realizó la exploración arqueológica para levantar información y permitir la obra.

Estilo Puuc

“Al realizar la exploración encontramos una estructura de dimensiones fuera de lo común, de unos 16 metros de largo por tres de ancho y poco más de dos metros de altura, con una arquitectura estilo Puuc, que incluye un basamento o zócalo de junquillos, paredes cubiertas de celosías de piedra tallada en cruz y detalles en tamborcillos y piedras biseladas, correspondientes al periodo clásico tardío, entre el 600 y 900 d.C.”, indicó Peraza Lope, quien es asistido en éste proyecto por el arqueológo Wilberth Cruz Alvarado.

“Sorprende por la ubicación geográfica, pero a la vez el hallazgo reafirma la teoría de que los estilos arquitectónicos eran replicados en los asentamientos mayas… si bien el Puuc prevalece hacia el sur del Estado, también tiene presencia en Chichén Itzá, al Oriente y ahora aquí, en la parte norte”, acotó.

La edificación fue consolidada mediante un sistema de inversión de los órdenes de caída de los elementos pétreos, tarea en la que trabajaron albañiles de Oxkutzcab, especialistas en este tipo de trabajo arqueológico, reforzados por colaboradores de Telchaquillo, igualmente versados en este oficio. En total, unas 35 personas laboran en el proyecto desde sus inicios.

De acuerdo con Peraza Lope, se recuperó casi en su totalidad la estructura, incluso los arranques de lo que pudo ser un techo abovedado, sin embargo falta la gran mayoría de los elementos pétreos de esta parte de la construcción. Se presume que fueron saqueados y utilizados para otros usos.

Entierros y ofrendas

“El resultado es un edificio consolidado, llamativo y representativo del más puro estilo Puuc al interior de la estructura, dividida en dos habitaciones. Se conservó casi todo el estuco original del piso”, acotó.

A unos 100 metros del lugar se trabaja ahora en dos estructuras similares, aunque un poco más pequeñas. Los trabajos arrojan el hallazgo de entierros con ofrendas, más elementos decorativos de estilo Puuc tallados en las rocas y numerosos elementos cerámicos con un alto grado de conservación.

El delegado del INAH, Eduardo López, explicó que dentro de las funciones del instituto está realizar estos levantamientos arqueológicos en terrenos a ser intervenidos en zonas donde se presume la existencia de vestigios mayas prehispánicos. Estos trabajos no pretenden evitar el desarrollo de las actividades productivas o económicas que pueden generarse en los espacios, la idea es acceder a la mayor información posible que este pueda generar antes de que sea destruido.

Sin embargo, como en este caso, existen situaciones donde hay motivos para rescatar, intervenir y consolidar un espacio y este ha sido el caso de Xiol, donde se continuará trabajando hasta finales de este año.

“Existe el compromiso de los propietarios del terreno y desarrolladores del proyecto que aquí se construye, de conservar el espacio arqueológico en el que estamos trabajando, toda vez que este no impacta en la idea original de la obra, pues las edificaciones quedaron en zonas que originalmente corresponden a vialidades de acceso y maniobras al interior del complejo”, recordó el delegado.

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