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Una de las cosas por las que apesta el bipartidismo

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Una de las cosas por las que apesta el bipartidismo

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Por Tomás Martín

El otro día tuve la oportunidad de ver un programa de Foro TV llamado “La Hora de opinar” que es conducido por Leo Zuckermann y en donde suele invitar a reconocidos analistas como Héctor Aguilar Camín, Jorge Castañeda y su fiel compañero de todas las batallas Javier Tello.

Quizá habría sido un programa más de no ser porque hablaron de que si los periodistas o “comentócratas” deberíamos de decir o no por quien o por cual partido vamos a votar.

De inmediato se me pararon las orejas como ejemplar de pastor alemán, pues sin duda, si existen tabúes en nuestro país, el del voto de los periodistas, comentaristas, articulistas, analistas o como se les quiera llamar, en uno de los más importantes.

Todos dijeron que sería muy bueno para alimentar la democracia, que todos los periodistas pudieran decir abiertamente por quién van a votar y de paso decir porque decidieron votar por tal partido o candidato, lo malo es que ninguno de ellos, quiso decir por quién va a votar, salvo Castañeda, quien dijo que lo haría público más adelante.

El que de plano dijo que no lo considera prudente es Javier Tello, quien es considerado de los “nuevos” en la “comentocracia” mexicana.

Pero pues me puse a analizar las cosas en el plano local y una vez más deduje que el eterno y tradicional bipartidismo que se ha cultivado desde el principio de los tiempos políticos en Yucatán, no hacen complicado, sino prácticamente imposible para un periodista que se presuma serio y profesional, decir abiertamente por quien va a votar en una elección.

Si dices que lo harás por el PRI, enseguida serás descalificado por los simpatizantes del PAN o viceversa, lo que sin duda obliga a quien se presuma de ser profesional, a mejor quedarse calladito para verse más bonito.

Y lo que me ha tocado ver, es que irónicamente, aquellas plumas que sirven para determinado partido y sus candidatos en esta entidad, suelen tener de algún modo más audiencia, precisamente porque su trabajo va dirigido al llamado “voto duro”, ese que votará por el partido de siempre, así postulen al peor de los candidatos o candidatas y quienes pretenden hacer un trabajo más equilibrado e imparcial, suelen tener menos comentes y seguidores en sus trabajos editoriales.

Eso de algún modo corrobora, que quien quiere aportar una crítica seria y fundamentada como comunicador en estas tierras del Mayab, debe apostar por la secrecía de su voto y guardar en el fondo de su corazoncito las simpatías que pudiera tener hacia determinado partido o candidato para evitarse un descrédito que pueda poner en tela de juicio su carrera profesional y perder la posibilidad de que su trabajo aporte información de calidad para poder formar una opinión entre aquellos que no tienen comprometido su voto desde que nacieron.

Sin duda, para mi se trata de un punto malo para nuestra vida democrática, pero es un mal necesario para quien vive de hacer periodismo.

Ya de por sí me ha tocado recibir comentarios sobre mi desempeño cuando critico a uno u otro partido.

A la gente ya se le hizo fácil que cuando escribes algo contra el partido de sus amores, decir sin la mínima prueba o sustento, que “estás vendido” o que te pagaron una buena lana para escribir lo que escribiste, lo cual si fuera cierto, no estaría nada mal, pues sinceramente si los partidos o políticos me pagaran por cada nota o artículo que he escrito a lo largo de 15 años de ejercer este oficio, sin duda ya sería millonario.

Y sin temor a equivocarme, puedo decir que esto  tiene su origen en el apestoso y hasta ineficiente bipartidismo que se ha cultivado en Yucatán y que ha alimentado la intolerancia de los unos hacia los otros. Si eres del PAN, el del PRI se siente con todo el derecho a denostar y difamar con todas las mentiras que tenga a la mano o si eres del PRI, el panista se siente con todo el derecho a decirte de ratero para arriba.

Esto podría acabarse cuando en Yucatán surjan otras fuerzas políticas con posibilidades reales de convertirse en Gobierno y que acaben con el duopolio político-electoral del PRI-AN, pero al paso que vamos, es más probable que vuelva a caer un meteorito de 30 toneladas en Chicxulub y se extinga toda la vida sobre el planeta, a que otros partidos y candidatos que no sean los partidos de siempre, puedan realmente ser una opción electoral real, así que ni hablar, lo siento mucho, pero creo que por ahora no puedo, ni debo decir por quien voy a votar.  Comentarios, réplicas donativos en especio o en efectivo a tommyuv@hotmail.com o sígueme en @TribunaYucatan.

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