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Un éxito muestra de altares

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Un éxito muestra de altares

El aroma del copal, de las flores como el xpujuc que adornan las ofrendas para quienes se adelantaron al otro mundo y por supuesto de la comida yucateca, motivaron la admiración de cientos de visitantes a la Gran Muestra Estatal de Altares 2015, que con la participación de 75 municipios y 37 dependencias, fue inaugurada por el secretario General de Gobierno, Roberto Rodríguez Asaf.

muestraEn la Plaza Grande de Mérida, sede de este evento con una tradición de más de 30 años, el funcionario, quien llevó la representación del Gobernador Rolando Zapata Bello, resaltó la importancia de que instituciones públicas, de la sociedad civil, académicas y culturales se sumen a esta actividad cuya finalidad es preservar y enriquecer esta milenaria herencia, parte fundamental de la identidad de los yucatecos.

En dicho espacio histórico donde se edificaron 112 altares, a nombre de los ayuntamientos que respondieron a la convocatoria, el alcalde de Izamal, Warnel May Escobar, agradeció el respaldo de instancias como la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), que bajo la dirección de Roger Metri Duarte, impulsó la realización de esta Muestra y de una serie de eventos artísticos que tendrán lugar en Mérida.

Después de cortar el listón inaugural, Rodríguez Asaf, junto con el titular de Sedeculta y demás autoridades estatales y municipales, recorrió la exposición, felicitando a quienes desde ayer comenzaron a instalar los altares construidos con materiales como huano, bejuco y tronco, según las costumbres de cada demarcación.

En el trayecto, la comitiva también tuvo la oportunidad de degustar el tan esperado mucbipollo en sus distintas presentaciones. Tampoco podía faltar el relleno blanco y negro, el escabeche de pavo y el xec de frutas, así como una amplia gama de dulces típicos, entre los cuales estaban los de calabaza, papaya, ciricote, camote y nance.

De este modo, a través de los sabores de nuestra gastronomía, los colores vibrantes de los hipiles de las mestizas y el olor de dulces y flores, el corazón de la ciudad se impregnó de la nostalgia que provoca el recuerdo de los que ya se fueron, manteniendo vigente una de las tradiciones más arraigadas del Mayab.

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